Ayer día festivo en Alcorcón en el que un vecino sufrió un ahogamiento que, afortunadamente, ha terminado sin consecuencias gracias a la colaboración de los efectivos de Policía Municipal y la rapidez de los empleados del local donde se encontraba.

Todo ocurrió sobre las 14:30 horas en el restaurante «Piratas», situado en el polígono Urtinsa, cuando un hombre de 57 años, que estaba de comida con su familia, notó cómo se asfixiaba con un trozo de comida. Inmediatamente, los empleados comunicaron el problema, llamando al 112.

El aviso fue recibido por Policía Municipal y, casi al instante, dos vehículos patrulla del Cuerpo acudieron al comedor del establecimiento donde comprobaron, in situ, que el problema se debía a un atragantamiento. El varón ya estaba siendo atendido por uno de sus familiares.

Uno de los agentes tomó el relevo y se dispuso a realizar al hombre la maniobra de Heimlich. Para ello, ejecutó compresiones abdominales hasta que la pieza de comida que estaba obstruyendo la vía respiratoria de la víctima se liberara, permitiendo la entrada correcta de oxígeno y, por lo tanto, evitando consecuencias mayores.

Posteriormente, le trasladaron a la calle para facilitar la entrada de aire fresco en sus pulmones y donde prosiguió la atención por parte de sanitarios del SUMMA 112.

El hombre agradeció la rapidez y la eficacia de los agentes de Policía Municipal. Afortunadamente, el incidente tuvo un final feliz para todos, quedándose en un susto.

El atragantamiento es un problema que causa en España más de 2.000 muertes al año. La mayoría de las ocasiones en las que se da este accidente en el día a día es en el hogar, aunque también se da con relativa frecuencia en el entorno laboral o en centros de ocio. La maniobra no solo se puede realizar en adultos sino también en niños y bebés. Para ello se usan maniquíes específicos con los que se complementa la instrucción por parte de profesionales.