Las AMPAS y la alcaldesa de Getafe envían una carta al presidente de la Comunidad ante la preocupación por las obras inacabadas

AMPAS - Colegios Getafe

Los presidentes y presidentas de las AMPAS de colegios de Getafe afectados por los retrasos de las obras, junto con la regidora del municipio, han enviado una carta al presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, donde expresan la preocupación y el malestar que están viviendo miles de familias de Getafe.

Tanto la alcaldesa como las AMPAS piden que “se tomen medidas urgentes para solucionar la situación de los centros educativos públicos afectados, y que la Comunidad de Madrid acabe con su política de construcción por fases, dado que no proporciona la necesaria calidad que se requiere en un derecho fundamental como es la educación de nuestros hijos e hijas”.

El caso más grave, indican, es el del CEIP Miguel de Cervantes, que por segundo año consecutivo sufre el abandono de la obras. Como se explica en la carta, la empresa constructora UNCISA acaba de entrar en concurso de acreedores, por lo que se deduce que el compromiso adquirido por la Consejería de Educación para enero de 2019 no se va a cumplir.

Ese compromiso era finalizar el edificio de primaria, además de la ampliación de 4 aulas de infantil, que tendrían que haber estado listas en septiembre de 2018 y continuar con el comedor y gimnasio para entregar en enero del 2019.

La segunda fase de construcción del colegio tenía que haber finalizado en septiembre de 2017 pero la empresa también abandonó la obra lo que supuso tener que desplazar a niños de 3 años a un colegio de otro barrio, teniendo que volver a adjudicarse las obras de la II y III fase.

Este segundo abandono supone un peligro para los niños y niñas, algunos de los cuales ya han tenido accidentes por causa de las vallas de protección, además de una carencia de espacios básicos.

Del mismo modo, las obras del CEIP El Bercial también están inacabadas. Las consecuencias son aulas improvisadas en lo que debía ser el comedor, así como falta de condiciones de seguridad para el alumnado al tener vallas de obras pegadas a sus aulas.

La lista de centros que presentan carencias por esta nefasta planificación continúa con el CEIP María Blanchard, que habiendo pasado ya un mes desde el inicio del curso aún no tiene terminado el comedor, utilizando hasta ahora en su lugar la sala de usos múltiples. La fase actual no ha contemplado el gimnasio, tampoco cuenta con biblioteca.

Tampoco cuentan con otros espacios como sala de profesores, secretaría, conserjería ni espacio para AMPA. El vallado perimetral, en parte, continúa tapado con lonas de obra, además, los niños no pueden utilizar gran parte del patio, pues la mayoría del mismo sigue acotado debido a los trabajos pendientes de la obra.

Entre los centros entregados en septiembre de 2018 se encuentra también el IES Elisa Soriano Fischer, que carece de talleres de tecnología, laboratorio de ciencias, aulas de desdoble y tiene un patio sin cubrir que hace las veces de gimnasio.

Otro de los centros afectados es el CEIP Emperador Carlos V, que tras 9 años de fases sucesivas, algunas de ellas sin terminar, ha comenzado el curso con el patio en obras, por lo que el alumnado ha de concentrarse en un patio que comparten los ciclos de infantil y primaria, además, lo que tendría que ser la sala de psicomotricidad, está dividida entre la sala de profesores y un aula para infantil.

No existe ningún tipo de acondicionamiento entre los edificios, toda vez que próximamente se desarrollarán las obras de la supuesta última fase, que ha comenzado a licitarse en estas semanas por parte de la Consejería y que consiste en seis nuevas aulas de primaria, cuatro aulas de desdoble y un aula de música.

También en este estado se encuentra el CEIP Daoíz y Velarde de Perales del Río, cuya última fase nunca se ejecutó, quedando pendiente la valla perimetral del centro y los despachos de equipo directivo y administración. De nuevo las condiciones en las que se desarrollan las tareas educativas son deficitarias, y el equipo directivo no cuenta con despachos.

Tampoco hay que olvidar otros centros más antiguos, que necesitan ser remodelados, por ejemplo el CEIP Enrique Tierno Galván, donde, tras varias inspecciones de sanidad que así lo exigen, debe acometerse la ampliación de la cocina y el comedor, no aptos en condiciones de salubridad para acoger el volumen de alumnado que a diario hace uso de sus instalaciones.

 

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