En la historia del cine, como en la de muchas otras categorías, los grandes nombres de autores que perduran con el transcurso del tiempo siempre suelen tener un denominador común: son de hombres
Y aunque nadie debate que todos ellos, como es el caso de Stanley Kubrick o Quentin Tarantino, o en el marco español Almodovar, Buñuel o Berlanga, (entre muchos otros) merecen dicho reconocimiento, también es cierto que existen muchas figuras femeninas que, quizás, no han podido gozar de la misma suerte.
Por ello, en el siguiente artículo- que forma parte de una mini serie que se irá publicando periódicamente- destacaré la figura de varias mujeres que han contribuido al desarrollo del cine en nuestro país, e introduciré a una de las directoras contemporáneas con la que me gustaría comenzar esta nueva sección: Pilar Palomero.
Mujeres pioneras del séptimo arte en España
En el caso de España, la llegada del cine se registra en 1895, aunque tardaría cerca de un año en consolidarse. Sin embargo, tendrían que pasar dos décadas para que las primeras películas dirigidas por mujeres se registraran. La mayoría de las fuentes históricas señalan a Elena Jordi, un seudónimo utilizado por Montserrat Casals Baqué, como la primera directora de cine en España. Lamentablemente, como gran parte del cine mudo de la época, no se ha conservado material visual de esta obra, y solo testimonios en la prensa atestiguan su existencia.
Una figura más establecida en la industria fue la de Rosario Pi, la primera gran cineasta de España. Procedente del ámbito de la producción, Rosario estableció, junto a dos socios, la primera productora de películas sonoras de la época, Star Films. En 1935, Rosario Pi se embarcaría en la dirección de la primera película sonora dirigida por una mujer, «El gato montés».
Sin embargo, con la llegada del régimen franquista, la censura apagaría cualquier tipo de libertad creativa. A pesar de la destacada presencia de figuras como Ana Mariscal, Carmen Pisano, Beatriz Aspizu o Margarita Alexandre, la primera generación significativa de directoras no llegaría hasta finales de la década de 1960. La apertura política del régimen franquista y los cambios sociales en marcha llevaron a que algunas mujeres decidieran estudiar cine en la Escuela Oficial de Cine.
Una de las figuras más notables de este período fue Josefina Molina, quien en 1969 se convirtió en la primera mujer en obtener un título de la Escuela de Cine. Uno de sus trabajos más influyentes fue «Función de noche«, un pseudodocumental sobre la representación de la obra «Cinco horas con Mario» protagonizada por Lola Herrera y Daniel Dicenta, una obra que fusionaba realidad y ficción y abordaba los cambios en la sociedad española y el nuevo rol de la mujer.
La carrera de Josefina Molina continuó con un enfoque feminista, y realizó películas como «Esquilache«, «La Lola se va a los puertos» y regresó a la televisión, donde cosechó éxitos con series como «Teresa de Jesús», «El castillo interior» y «Entre Naranjos».
Otra gran figura en el mundo del cine español fue Pilar Miró. Estudiante de periodismo, derecho y cine, también fue de las primeras mujeres en graduarse en la Escuela de Cine, coincidiendo con Josefina Molina y Cecilia Bartolomé. Aunque debutó en el cine con «La petición», su consagración llegaría con «El crimen de Cuenca«.
Esta película fue duramente censurada, lo que convirtió a la cineasta en un ícono de la Transición española. Con el paso del tiempo, y gracias a una pequeña ayuda de los alemanes en el Festival de Berlín, el largometraje se convirtió en una de las películas más taquilleras de la historia del cine español.
Su película más autobiográfica y personal, «Con Gary Cooper, que estás en los cielos«, también fue duramente criticada.
Otro momento clave en su biografía, y por el que también se ganó bastantes retractores, fue cuando, en el gobierno de Felipe González aplicó la Ley Miró en 1984 bajo el cargo de directora general de Cinematografía. A pesar de que dicha ley buscaba producir películas de calidad a través de la anticipación de subvenciones públicas, muchos críticos sostienen que esta decisión fue el inicio del declive del cine español.
Durante las décadas posteriores, Pilar Miró se consolidó como una de las figuras indispensables del cine español con títulos como «Beltenebros» (1991) o «El perro del hortelano» (1996). Cabe destacar que durante el rodaje de esta última película se quedaría sin recursos económicos y tendría que ser rescatada por Enrique Cerezo, quien le ayudó.
El arte contemporáneo de las directoras españolas
Tras habernos sumergido brevemente en algunas de las distintas figuras femeninas que construyeron la base del cine en el país que conocemos hoy en día (Elena Jordi, Rosario Pi, Josefina Molina y Pilar Miró), y haber indagado en algunas de sus grandes obras, podemos comenzar a profundizar sobre las distintas autoras contemporáneas que contribuyen al desarrollo y evolución del séptimo arte. La primera entrega será dedicada a Pilar Palomero, autora del exitoso largometraje ‘Las Niñas’, quien ha sido reconocida con distintos premios, como la Biznaga de Oro o los Premios Goya.