Madrid, 20 oct (EFE).- La Confederación de Selvicultores de España (COSE) ha pedido al futuro Gobierno y a los partidos de la oposición que se tomen los montes «en serio», no sólo cuando se queman, y sean capaces de alcanzar un pacto de Estado que los proteja, porque si perdemos los montes, «lo perderemos todo».
«La política forestal debe ser cuestión de Estado y superar la miopía política y el cortoplacismo» porque para un bosque 4 años (lo que dura una legislatura) «no son nada», ha dicho a EFE la gerente de COSE, Patricia Gómez Agrela.
Entre las mayores amenazas de los bosques están los incendios, en los que intervienen muchos factores, «algunos que se nos escapan de las manos y sobre los que no podemos actuar», como las condiciones meteorológicas (sequía, olas de calor o tormentas); y otros que sí dependen de nosotros, como la gestión forestal, ha señalado.
En España tenemos una masa forestal cada vez mayor, tanto en superficie como en volumen, que debido al abandono de la gestión, crece de forma desordenada, se matorraliza y acumula una carga de combustible mayor de la que puede soportar. «Ahí es donde sí podemos intervenir de manera positiva para prevenir incendios», ha afirmado.
Para que esa intervención sea efectiva, debe ser planificada con tiempo, de forma ordenada y lógica, contando con los propietarios y equiparando la inversión en prevención a la inversión en extinción, que ahora se lleva la mayor parte del presupuesto.
Según cifras recabadas por COSE, en 2018 las administraciones invirtieron 945 millones en el sector forestal, de los que 604,8 millones se destinaron a extinción y 340,2 a mantenimiento de infraestructuras, ordenación de montes, repoblaciones, caza y pesca, especies protegidas, espacios naturales, control de plagas y enfermedades forestales y selvicultura.
Invertir en prevención genera economía y empleo
Sin embargo, sólo en desbroces, actuación imprescindible para prevenir los incendios forestales, habría que invertir unos 746 millones de euros, ha apuntado la gerente de COSE, que ha subrayado que mantener sanos nuestros montes requeriría un total de 1.200 millones.
Esta inversión no iría «a fondo perdido», pues permitiría generar 35.000 empleos directos al año en un entorno muy necesitado, como es la España vaciada, así como obtener millonarios retornos vía impuestos, cotizaciones a la seguridad social, menos prestaciones por desempleo, etc.
«Apagar incendios no es una buena política forestal, es un parche, hay que actuar antes. Somos buenos y rápidos en extinción, nos hemos especializado mucho, pero, en un país como España, tenemos que ir a la raíz del problema manteniendo las masas durante el año y de forma constante».
«Los propietarios somos los que más cerca estamos y para que las políticas en materia forestal o ambiental sean efectivas, tienen que contar con nosotros con una inversión adecuada. A todas luces, la actual es insuficiente para que haya esa gestión y para que los montes sean vistos como un activo financiero, algo que tiene valor», ha señalado.
Entre los servicios que prestan los bosques y montes destacan captura y almacenamiento de CO2, mejora de la calidad del aire y del agua, calidad del suelo, alimentos o biodiversidad.