Aliciente y oportunidad en el Metropolitano

Marcos Llorente (i) centrocampista del Atlético de Madrid disputa una posesión ante Boubakary Soumaré en el Cívitas Metropolitano en foto de archivo de Chema Moya. EFE

Sevilla, 24 ene (EFE).- El entrenador del Sevilla, Quique Sánchez Flores, afirmó en vísperas de la eliminatoria de cuartos de final de la Copa del Rey, este jueves en el campo del Atlético de Madrid, que «la historia» debe «ayudar» a los sevillistas «en un escenario tan exigente» como el estadio Cívitas Metropolitano.

Antes de un entrenamiento vespertino, el último antes del desplazamiento a Madrid, Quique aseguró este miércoles en conferencia de prensa que debe «pasar página con respecto al domingo», cuando el Sevilla perdió por 5-1 en Gerona, ya que «la próxima es muy emocionante» porque la Copa se afronta con «una mentalidad distinta».

«Será un partido exigente, va a ser una lucha impresionante hasta el final», recalcó el técnico madrileño, quien indicó que los contendientes de este jueves son «dos equipos que se conocen bien» y también sus entrenadores, pues él y el argentino Diego Simeone se han enfrentado muchas veces, por lo que «no hay lugar a la sorpresa» en cuanto a onces, tácticas o sistemas.

En cualquier caso, el preparador sevillista resaltó que «las necesidades de cada equipo» son similares en esta eliminatoria, pero «muy distintas en Liga», en la que la «realidad» del Sevilla «asusta y te deja desamparado».

Quique Flores también manifestó que desea alinear a «jugadores que quieran defender este escudo» y que «en esa búsqueda» se encuentra con varios de los lesionados, sobre los que dijo que ignora «su estado», si bien espera que, «superadas las lesiones, sepan la situación del club y lo que necesita el Sevilla».

El técnico del Sevilla admitió que cuenta con «cinco centrales» y que, a pesar de ello, «no es lógico que salgan dos buenos» por los que el Sevilla maneja ofertas, aunque destacó que se le «ha caído» por lesión «el mejor según los números», el canterano Kike Salas, de quien señaló que «estaba marcando un camino, como lo está haciendo Isaac (Romero) arriba»