Arsuaga y Millás vuelven a la divulgación para asomarse a los misterios de la conciencia

Imagen de archivo del escritor y periodista Juan José Millás (i) y el paleontólogo Juan Luis Arsuaga (d). EFE/Javier Cebollada

Madrid, 10 sep (EFE).- El paleontólogo Juan Luis Arsuaga y el escritor Juan José Millás retoman su particular forma de hacer divulgación en «La conciencia contada por un sapiens a un neandertal», con el que se adentran en nuestro órgano más desconocido, el cerebro, y en el mayor enigma del ser humano, la conciencia.

«Pesa un kilo y medio, aproximadamente, y cabe dentro de una boina», además vive en algo así como «un cuarto oscuro», escriben Arsuaga y Millás, pero toda la información del exterior y del propio cuerpo llega hasta el cerebro, que es el encargado de regir nuestra conexión con el mundo.

La identidad, la inteligencia, la memoria o las condiciones para que saltara la chispa y surgiera la conciencia que distingue a los humanos del resto de las especies constituyen las tramas de este libro.

En «La conciencia contada por un sapiens a un neandertal» (Alfaguara), Arsuaga y Millás vuelven a sus largas charlas, en una perfecta combinación entre Ciencia y Humanidades, para hacer divulgación.

¿Existe el libre albedrío? -un asunto muy relacionado con la conciencia y con la cantidad de información disponible-, qué es la inteligencia natural y artificial, o si existe realmente el altruismo más allá de algunas excepciones son algunas de las preguntas que abordan en sus conversaciones.

La divulgación viajera de Arsuaga y Millás les lleva, entre otros muchos destinos, a la Sierra de Gredos, donde está el primer museo de abejas vivas de España, porque la colmena es «un superorganismo, un cerebro colectivo compuesto de miles de individuos que se comportan como una unidad biológica, como un solo ser».

Una visita, poco apreciada por Millás, al Wizink Center de Madrid para ver un partido de baloncesto entre el Real Madrid y Barcelona da paso para hablar de las prácticas e identidades simbólicas, una de las manifestaciones de la conciencia y que se encarnan en la potencia de 15.000 espectadores que ni siquiera se conocen entre sí.

El viejo coche del paleontólogo sirve de escenario a parte de los debates en busca de la conciencia, ya sea de camino a Segovia, para tratar del misterio de la subjetividad, o al Instituto de Salud Carlos III (Madrid), donde Millás participa como voluntario en una investigación relacionada con la identidad y el yo.

Todo ello para acabar con una reveladora visita en la Catedral de Burgos, con parada en Somosierra y un soneto de Borges.

Esta obra es el final de la trilogía que comenzó con «La vida contada por un sapiens a un neandertal» y continúo con «La muerte contada por un sapiens a un neandertal».

Este nuevo libro pone fin al tándem creado por Arsuaga y Millás, que han establecido una relación única, aunque, según escriben, no han conseguido hacerse amigos -ninguno ha estado nunca en casa del otro-, pero tampoco adversarios.

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