Arturo Obegero amplía su moda con una línea más comercial de «Prêt-à-Couture»

Foto de archivo del diseñador español Arturo Obegero. EFE/José Manzaneque

París, 22 ene (EFE).- A sus 29 años, el diseñador español Arturo Obegero se muestra dispuesto a dar un nuevo paso en su marca con creaciones más comerciales, pero que reflejan la particular estética del diseñador que se ha hecho un hueco fijo en la Semana de la Moda de París, donde reveló su colección este domingo.

Una línea más amplia que las anteriores, desde que empezó a desfilar en París en 2020, con sus dramáticas propuestas de Costura para hombre, a las que ahora suma una serie de piezas urbanas, más accesibles y fáciles de llevar.

Destacó por ejemplo una cazadora tipo «bomber», reversible, negra por un lado y con rayas rojas y negras por el otro, pero también una colección de sudaderas con la ilustración manga que ha creado para él el diseñador mexicano Manuel Cetina (Stitch) y que refleja el espíritu de esta colección, «Homme Fatal».

«La idea era jugar con el arquetipo de la definición de mujer fatal, típico de las películas del cine negro de los años 40 y 50. Es una estética que me gusta mucho pero que se utiliza de forma peyorativa», explica Obegero en una entrevista con EFE.

Esos personajes malvados por ser mujeres «inteligentes, sexuales, poderosas e independientes» son para Obegero una fuente de inspiración, de estilo y actitud.

«Para mí todos tendríamos que ser así. Queríamos darle la vuelta y utilizarlo en un contexto masculino, como mensaje de empoderamiento. Dar a los hombres esa energía fatal para poder hacer lo que logra la moda: darte un impulso para que te sientas bien», describe.

En su línea otoño-invierno 2023/2024, revelada en una presentación en el Palais de Tokyo y, en internet, a través de un vídeo de la marca, Obegero dio un paso hacia creaciones más urbanas, saliendo de su zona de confort, las prendas de noche y más arriesgadas por las que se le conoce.

EL AÑO DE LAS CELEBRIDADES

El año 2022 espoleó la imagen pública de Obegero, después de que el cantante Harry Styles apareciera en varias ocasiones con sus estilismos. No ha sido la única celebridad que ha recurrido a sus creaciones, también mujeres como la actriz Philippine Leroy-Beaulieu o el actor estadounidense Rickey Thompson.

«Ha servido para que mucha gente me descubriera. Por un lado, es una pasada, pero da un poco de rabia que ahora solo se me asocie a Harry Styles. Denota la obsesión con la celebridad que hay en la moda», comenta Obegero.

Eso sí, aquello atrajo una publicidad que el joven diseñador no puede despreciar: «Tienes que aprender a manejarlo por que es una realidad. Pero bueno, toco madera y que me llame cuando quiera», bromea.

Lo cierto es que el hecho de que las celebridades masculinas sean cada vez más arriesgadas en sus elecciones de estilismo (desde Brad Pitt con falda, Timothée Chalamet con escote en la espalda, Harry Styles en vestido…) está dando un impulso renovado a la industria de ropa hombre, empujando la aceptación de prendas diferentes.

CONQUISTÓ A UNA MINISTRA FRANCESA

El universo dramático de Obegero encuentra así cada vez más público, eminentemente hombres, pero también mujeres que le encargan incluso trajes de novia. «Se me puede dar bien», comenta el asturiano.

En esta colección, Obegero recuperó además los cortes más conocidos de su universo: chaquetas cortas, esta vez en tejidos con textura, pero también en vaquero o raya diplomática.

Destacó un impresionante vestido negro con los hombros descubierto y cola. «Muy de Morticia Adams, a ver si nos llama Tim Burton para hacerles la ropa», señala entre risas.

Los tops negros son revisitados en látex y con bordados, mientras que las camisas fluidas de seda evolucionan en una tejido de algodón, más estructurado y con las mangas más largas.

Una de sus creaciones, una chaqueta roja de pelo artificial -fabricada con un tejido que recuperó de las telas restantes que vende el grupo LVMH- llamó la atención de la ministra francesa de Cultura, Rima Abdul Malak.

Abdul Malak tuvo un flechazo con la chaqueta mientras visitaba la sala de creadores emergentes donde Obegero ha mostrado sus creaciones a los compradores esta semana, e insistió en probársela y fotografiarse con ella. «Ahora tengo que hacérsela», apunta.

«Homme Fatal» revela también el punto vital en el que se encuentra Obegero.

«Me doy cuenta con esta colección de que estoy madurando como diseñador. Necesito momentos de fantasía pero también llevar esa estética tan mía a una propuesta más real», dice.

Ese hombre fatal, determinado y poderoso, es el mismo, dispuesto a conquistar nuevos clientes y cumplir sus sueños en 2023: «Vender más, montar mi estudio con más equipo, ganar algún premio y, algún día, ser director creativo de alguna gran marca. Poco a poco, creo que llegaré».

María D. Valderrama