Carla Toscano, la imagen y voz del negacionismo de la violencia de género

Imagen de archivo de la diputada de Vox Carla Toscano. EFE/ Miguel Osés

Belén Gil Orantos

Madrid, 24 nov (EFE).- Desconocida para muchos, Carla Toscano es la imagen y voz del negacionismo de la violencia de género en la Comisión de Igualdad del Congreso, donde son más que conocidas sus encendidas críticas al Ministerio de Irene Montero que ayer elevó a categoría de ataque personal ante el Pleno de la Cámara.

Licenciada en Derecho y diputada de Vox por Madrid, Toscano llevó este miércoles en el hemiciclo a un estadio superior su aversión al Ministerio, al que suele referirse como el «macrochiringuito» de Igualdad y al que su partido considera «inútil» e «ideológico».

En el debate de presupuestos, cuestionó el bagaje académico de Montero para ocupar un cargo ministerial afirmando que su «único mérito» ha sido «estudiar en profundidad a Pablo Iglesias», su pareja y fundador de Podemos.

Una afirmación muy desafortunada para la mayoría de los grupos parlamentarios, excepto el suyo, que se suma a una larga lista de frases conflictivas pronunciadas por la diputada de Vox en los debates en el seno de la Comisión de Igualdad, de la que es portavoz de su grupo desde marzo pasado.

Especialmente llamativas han sido sus intervenciones durante las sesiones dedicadas a la ley de garantía integral de la libertad sexual, conocida como del «solo sí es sí», en boca de todos estos días por la rebaja de penas que ha supuesto para condenados por violencia sexual.

Toscano, que se presenta como especialista en ayuda humanitaria, achaca el aumento de las denuncias por violencia de género a las prestaciones -«eres tonta si no denuncias»- y critica las subvenciones a las asociaciones que atienden a las víctimas.

Argumenta que Vox condena siempre la violencia, venga de donde venga, y que eso es lo que les diferencia: dar la misma importancia a la violencia que se ejerce sobre hombres o niños.

Eso no significa, a su juicio, invisibilizar la violencia contra las mujeres, a quienes dice defender de la violencia sexual, «pero de la de verdad, no de los inventos» del Gobierno, entre los que sitúa al «inservible» Ministerio de Igualdad.

Cuando el Congreso aprobó en mayo la ley del «solo sí es sí», admitió que le daba pena que en la calle se dejen de escuchar «ciertas cosas» como: «Dime cómo te llamas y te pido para Reyes» o «Ese es un cuerpo y no el de la Guardia Civil», que, en su opinión, son muestras de «ingenio popular».

Unas palabras que repudió la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez, quien pidió que no se ridiculice la violencia que sufren las mujeres.