
Las Palmas de Gran Canaria, 22 feb (EFE).- Casa África inaugura este viernes la muestra ‘El grito interior’, en la que 16 fotógrafos, en su mayoría mujeres, de Senegal, Mali, Togo, Benin, Congo, Costa de Marfil y Guinea Conakry reflejan las violencias que sufre la población femenina en esos países en distintos ámbitos de la vida.

Las discriminaciones de las que son objeto las fotógrafas africanas en el ámbito profesional, donde llegan a ser violentadas por hacer su trabajo; las labores de cuidadoras que se les asignan en el ámbito familiar y que nunca desempeñan los hombres; su ausencia en el terreno de la religión; la violencia sexual que se ejerce contra ellas y otras brechas de género se plasman en las 63 instantáneas que cuelgan desde este jueves en las salas de Casa África, en Las Palmas de Gran Canaria.
El fotoperiodista Mamadou Gomis, de Senegal, presidente de la Federación Africana sobre el Arte Fotográfico y promotor de esta exposición junto a ‘África Imprescindible’, ha explicado a los periodistas que se trata de un proyecto de creación artística «cien por cien africano» que plantea «algo nuevo sobre África».
«La gente acostumbra a ver fotos de guerras, niños, mujeres y pobreza. Aquí, doce fotógrafas y cuatro fotógrafos» del continente reflexionan sobre las violencias contra las mujeres que existen en sus países y también sobre la homosexualidad, y lo hacen «con sus propias ideas y su forma de ver el mundo», ha resaltado Gomis, que ejerce como comisario de esta muestra.
Una de las artistas que participa es Ly Lagazelle, de Costa de Marfil, quien trata el tema de la identidad con una serie de retratos en los que reivindica, por encima de las imposiciones sociales o religiosas con las que se las limita, las posibilidades de las mujeres africanas en papeles supuestamente masculinos, como el de fotógrafa, que ella suele desarrollar -a veces con dificultades y otras corriendo peligro- en entornos rurales del continente, ya que se especializa en la documentación antropológica.
«Hay violencia física, mental y moral hacia las mujeres en todo el mundo, no solamente en África. Ahora que somos campeones de la Copa de África de fútbol, hice una investigación y vi que» esa competición la cubría solo una periodista, ha referido.
«Todos los demás eran hombres y me consta que le habían dicho que ella no podía estar ahí hasta el final porque no cumplía con los criterios para estar en el campo», una discriminación que asegura haber visto también en Austria, su segundo país de residencia.
Lagazelle ha asegurado que esta iniciativa, fraguada hace cinco años en Dakar por Mamadou Gomis, ha propiciado un «boom de mujeres fotógrafas y en el arte en general».
Además, su temática de denuncia ha «hecho que muchas mujeres se hayan sentido libres de contar sus propias experiencias de violencia de género sufridas durante la infancia».
En un recorrido por la exposición, Gomis ha explicado que Roxane N’da (Costa de Marfil) se interesa por la discriminación que sufren las mujeres que tienen una apariencia masculinizada; Emmanuele Aholou (Togo/Costa de Marfil) defiende que los hombres y las mujeres deben tener acceso a los mismos derechos, deberes y oportunidades, y Lina Mensah (Togo) reivindica la necesidad de que se respeten los derechos de las mujeres en ese país.
Junto a ellas, en ‘El grito interior’ KouKambakana Matthieu Urielle (Congo) desmonta discursos sexistas; Oumou Kalsoum Balde (Senegal) trata de reconstruir el drama de la violación; Samuelle Paul Banga (Congo) refleja la discriminación de la mujer en el hogar; Nadi Jessica (Costa de Marfil) exhibe el rechazo que sufren las que quieren divorciarse de sus maridos, mientras que Emmanuel Alexis Aïko (Benin) reproduce las vivencias de las combatientes en ese país.