Charo Ramírez (Clínica Universitaria URJC): «La vida depende de la actitud con la que te enfrentes a ella»

Charo Ramírez URJC
Charo Ramírez Puerta, Directora del Servicio Odontológico de la Clínica Universitaria URJC, durante la entrevista con José Manuel Roldán, Editor y CEO de vivir Ediciones, y Sofía jiménez, Coordinadora de vivir Ediciones

Durante el mes de marzo, en vivir Ediciones vamos a realizar una serie de entrevistas en torno al Día Internacional de la Mujer para comprender la problemática de la igualdad de género desde diferentes perspectivas y puntos de vista. Iniciamos esta serie con Charo Ramírez Puerta, Directora del Servicio Odontológico de la Clínica Universitaria de la Universidad Rey Juan Carlos, para conocer su exitosa trayectoria personal y laboral dentro del sector de la odontología.

Buenos días, Charo. Antes de nada, darte la enhorabuena por tu reciente nombramiento como Directora del Servicio Odontológico de la Clínica Universitaria URJC. ¿Qué sensaciones tienes en este nuevo puesto? ¿Qué te ha traído aquí?

Llevaba ya un tiempo en la Clínica, 15 años, aunque desde otro punto de vista: en la parte de la docencia. La oportunidad que se me ha dado de formar parte de la dirección la tomo con mucha ilusión, con muchas ganas de aportar todo lo que pueda al equipo y con el mismo objetivo que compartimos todos: la mejora constante. Así que con muchas ganas e ilusión, y agradecida. Sobre todo, agradecida.

La Fundación Clínica Universitaria de la Universidad Rey Juan Carlos tiene dos objetivos principales: por un lado, la formación integral de los alumnos de la URJC y, por otro lado, la atención a los pacientes con un alto grado de calidad e innovación. ¿Cuáles son los principales retos que te has propuesto ante este nuevo cargo?

La idea es continuar ese camino que ya se ha abierto para dar la mejor formación a nuestros alumnos, tanto de grado como de postgrado. En concreto, en los alumnos de posgrado buscaré fomentar más la incorporación de nuevas técnicas. Quiero mantenerles siempre unidos a la investigación y a la actualización, al día a día.

Por otra parte, ayudar en lo posible al equipo directivo para conseguir que, de manera individualizada en cada una de las parcelas, consigamos ese objetivo de calidad en cuanto a lo docencia. Una docencia que sea actualizada, en la que estemos incorporando todas las nuevas técnicas.

Charo Ramírez URJC
«Uno de mis objetivos es ofrecer una docencia que esté actualizada, en la que estemos incorporando todas las nuevas técnicas»

Respecto a este objetivo de formación de los alumnos, ¿cómo se trabaja con ellos desde la Clínica Universitaria? ¿Qué valor añadido aporta la Clínica a los alumnos y alumnas para su salida al mercado laboral?

Como comentaba, intentamos estar al día de todas las innovaciones. Es verdad que la odontología está cambiando mucho, sobre todo en los últimos años, en cuanto a técnicas, incorporación de nuevas aparatologías, innovación en instrumental… Tenemos un gabinete especial, más grande, que está adaptado para hacer cirugías demostrativas con un mayor aforo y tiene un equipo audiovisual preparado para que se pueda proyectar hasta en un salón de actos a gran escala. Este tipo de equipamiento resulta muy útil para clases, talleres, conferencias…

«La odontología está cambiando mucho en los últimos años en cuanto a técnicas, incorporación de nuevas aparatologías, innovación en instrumental…»

Así, estamos incorporando a la Clínica Universitaria todas estas técnicas, aparatologías, contactos con el laboratorio… Todo lo que se vive aquí a nivel profesional se dirige a los alumnos para que, cuando les toque salir al mundo laboral, no tengan dificultades. De la Clínica se llevan toda esa preparación, formación y adiestramiento.

También hay que tener en cuenta que hay diferentes perfiles dentro del alumnado. Muchas veces se piensa que el alumno de postgrado es el recién graduado, que no tiene conocimientos de la vida laboral y no es así: hay personas con muchos años de experiencia que quieren especializarse en alguna parcela o aumentar sus conocimientos. No podemos frenar ese aprendizaje, es decir, todo lo que hay en las clínicas de la calle tenemos que igualarlo y, sobre todo, avanzar más. Si algunos alumnos ya tienen esa experiencia y quieren una formación mayor, tenemos que darles la última actualización.

Clínica Universitaria URJC
La Fundación Clínica Universitaria de la URJC organiza y gestiona la prestación de servicios asistenciales a cualquier ciudadano y las actividades de docencia e investigación que desarrolla la clínica universitaria, enfocada a la formación integral del alumnado de Ciencias de la Salud

Sin duda, el covid-19 ha afectado a todas nuestras rutinas y a nuestra forma de trabajar. ¿Cómo se ha adaptado la Clínica Universitaria a la pandemia?

Con los alumnos, durante el confinamiento —desde marzo hasta mayo aproximadamente— se estuvo trabajando a través de las clases online. De hecho, en este nuevo curso, se está intentando favorecer la no-presencialidad. Pero es verdad que determinadas asignaturas o formaciones exigen la presencialidad. Para estos casos se han adaptado los espacios en función del número de alumnos para mantener las distancias de seguridad. Eso en la parte teórica, la parte práctica es obvio que tiene que ser presencial y, para ello, hemos implementado nuevos protocolos para garantizar la seguridad: limitación de aforo, redirección de caminos, desinfección de los pacientes, desinfección del mobiliario y los instrumentos, EPIs profesionales…

«Los odontólogos ya estábamos muy acostumbrados a los protocolos de desinfección, por lo que nos ha costado menos trabajo adaptarnos a la situación sanitaria actual»

Dicen que los odontólogos son los que hemos generado quizás un menor impacto porque ya estábamos muy acostumbrados a esos protocolos de desinfección y esterilización, pero las nuevas cosas que hemos tenido que adaptar seguramente se queden: es algo que nos protege a nosotros, que protege al paciente y cuyo resultado es beneficioso.

Por el lado de los pacientes, hemos visto disminuido el número de personas que vienen a la clínica, a veces por miedo o desconocimiento. Pero poco a poco van viniendo, ven los nuevos protocolos y que en el dentista o en el odontólogo están completamente protegidos, y van perdiendo ese miedo. Tenemos que entender también que hay pacientes que están confinados o en cuarentena y que han tenido que cancelar sus citas, pero al final todos los tratamientos se están realizando y tratando. Así que ahora solo nos queda ir recuperando el ritmo de antes de marzo del año pasado.

Charo Ramírez, Directora del Servicio Odontológico de la Clínica Universitaria URJC, junto a Sofía Jiménez, coordinadora de vivir Ediciones

Y tú, Charo, a nivel personal y profesional, ¿cómo estás viviendo este momento marcado por la crisis del coronavirus? ¿Qué tal has llevado el confinamiento y los meses posteriores?

A nivel personal, hasta la incorporación a este nuevo puesto de trabajo lo viví muy mal. Yo era autónoma, cerraron todas las clínicas en las que trabajaba y tuve que quedarme en casa. Siempre que me preguntaban si estaba enferma, si en casa nos habíamos contagiado alguno, entiendo que era por el coronavirus pero yo siempre decía que había muchas más enfermedades, ya no solo las físicas sino las psicológicas.

No lo pasé muy bien, pero en cuanto empezaron a abrir las clínicas el 11 de mayo se me abrió la esperanza y empecé a ver la vida de otra manera. Quizás es un tópico, pero es verdad que antes nos quejábamos del estrés, de estar para arriba, para abajo, de no parar… Y, el 11 de mayo, yo dije: “bendita rutina”. Estaba deseando recuperar ese movimiento y esa actividad. Y hoy por hoy, lo mismo. Ese parón en mi vida me ha enseñado que hay que aprovechar el momento y hay que ver las situaciones siempre en positivo. Por ejemplo, algunos compañeros han disminuido la lista de pacientes de 10 a 5 y yo decía: “pues en marzo teníamos 0, vamos a aprovechar esos 5 y poco a poco iremos camino de tener esos 10”. Entonces, con mucho optimismo y el corazón abierto.

«En determinados sectores, la conciliación laboral sí que sigue siendo un problema en la mujer»

Centrándonos ahora en el mundo de la odontología, ¿cómo crees que ha evolucionado en los últimos años el sector? ¿Cuáles son las últimas innovaciones en odontología? ¿Hacia dónde crees que se dirigen en el futuro estos tratamientos?

La odontología de hace 15 o 20 años no tiene nada que ver con la odontología actual. Nos dirigimos a la vía digital, a digitalizar todos los protocolos. Esto no quiere decir reducir la mano del personal, porque la mano y los conocimientos del personal siempre tienen que estar ahí. Pero sí desde un punto de ayudas de la tecnología al diagnóstico para dar un tratamiento mucho más perfecto y más personalizado a cada paciente. Y esta tecnología es útil desde el diagnóstico al tratamiento en clínica como en la conexión con los laboratorios. Por ejemplo, no es lo mismo enviar al laboratorio una impresión a partir de un vaciado, que puede haber mayor fallo, que enviar un archivo digital y que el laboratorio recoja exactamente cómo está la situación. Y, a partir de ese archivo digital, que el ordenador diseñe la mejor solución para el problema.

La era digital nos ha abierto muchas puertas. Quién nos iba a decir en marzo o abril que íbamos a seguir con la docencia sin parar el ritmo. Nos hemos adaptado por necesidad pero, efectivamente, es un avance. Poco a poco tenemos que ir adaptándonos, aunque no todos podamos hacerlo a la misma velocidad. El que no se adapte se va a quedar fuera.

Charo Ramírez URJC
«Nos dirigimos a la vía digital, pero la mano y los conocimientos del personal siempre tienen que estar ahí»

Nos acercamos al 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, una fecha para conmemorar la lucha de las mujeres y reivindicar lo que nos queda por avanzar en materia de igualdad. ¿Cómo crees que está la situación de las mujeres en el sector odontológico? ¿Has notado una evolución en los últimos años?

Yo en principio, bajo mi experiencia como mujer, no he visto realmente diferencias de género. Llevo 16 años en la profesión y no la he experimentado, ni en diferentes puestos de trabajo ni en diferentes sueldos. Desde mi punto de vista no puedo decir que haya diferencias en eso, ni siquiera a nivel universitario: el acceso a los diferentes puestos, cargos o títulos es mediante méritos, mediante currículos, y lo mismo se lo ha podido preparar un hombre que una mujer. Aquí, por ejemplo, tenemos dos catedráticos: un hombre y una mujer, es decir, estamos al 50%. En cuanto a los alumnos, admitimos indistintamente y dirigimos un poco todos los protocolos de igual manera.

Quizá, en algún momento, algún paciente de edad más avanzada puede percibir que un hombre o un chico va a desempeñar mejor el trabajo que una mujer en la parte quirúrgica. Igual es porque lo asocian a la fuerza, cuando no es así; es más la maña que la fuerza.

«Quizás algún paciente de edad más avanzada puede percibir que un hombre va a desempeñar mejor un trabajo quirúrgico»

Nuestros alumnos son en su mayoría mujeres, pero entiendo que esto es ya por vocación y que no pueden influir otros aspectos, así que no creo que pueda haber diferencias.

A lo mejor en determinados puestos de trabajo, no solo en trabajos de odontólogos sino en auxiliares, algunas mujeres sí que se han visto afectadas por preguntas como la de “¿tienes hijos?” porque se piensa que no se van a poder adaptar al trabajo por los cuidados y también entienden que el hombre no va a asumir esa responsabilidad. En mi caso, y en los que conozco, trabajamos cada uno al 50% pero claramente hay cosillas que tenemos que seguir trabajando para que no haya esa distinción.

Como comentas, el tema de la conciliación laboral es quizás uno de los mayores obstáculos a los que se enfrentan las mujeres en el desarrollo de su carrera profesional. En tu caso, ¿ha supuesto una dificultad añadida?

Es cuestión de adaptarse y organizar la casa: desde la madre, el padre y los niños. Yo no lo he llevado mal en el sentido de que me he organizado y me he adaptado, sin contar con ayuda de terceros ya que ni mis padres ni mis suegros viven en Madrid. Yo creo que es más cómo cada familia se quiera gestionar y organizar. Conozco compañeras que ellas son las odontólogas y el marido, que se dedica a otra profesión, ha tenido que modificar su jornada porque él se lo puede permitir y nosotras somos las autónomas.

Sí que en determinados sectores creo que la conciliación laboral sigue siendo un problema en la mujer, pero concretamente en la odontología no lo he percibido o no está tan visibilizado. Pero es un problema de la mujer en otras parcelas y un problema que existe.

Charo Ramírez URJC
«Ese parón en mi vida (el confinamiento) me ha enseñado que hay que aprovechar el momento y hay que ver las situaciones siempre en positivo»

Últimamente estamos viviendo unos acontecimientos excepcionalmente difíciles: Filomena, la crisis social y económica o el coronavirus, del que ya se habla de una cuarta ola… Ya sabes cómo funciona lo de poner nombre a las tempestades. Si viniera otro fenómeno meteorológico arrollador, ¿cómo lo llamarías?

El coronavirus y la evidente crisis que ha conllevado, tanto económica como social, es algo que no habíamos vivido nunca, como la Filomena. Pero todos los años tenemos situaciones a las que ir enfrentándonos, así que no deberíamos pensar que va a venir la hecatombe, la catástrofe.

Pienso en lo que me decían de las siete plagas, así que bueno, vamos ya a por la octava, que Dios vendrá, quitará lo malo y seguiremos con lo bueno. Es verdad que estas circunstancias, como el coronavirus, nos han pegado de sopetón… Pero como sociedad tenemos que decir: “pues nada, la octava plaga”.

Para finalizar, como sabes, nuestros periódicos son leídos diariamente en la Comunidad de Madrid, Ciudad Real y Sevilla. ¿Qué mensaje te gustaría lanzar a nuestros lectores y lectoras?

Por muy tópico que suene, que la vida depende de la actitud con la que te enfrentes a ella. Podemos conseguir muchas más cosas y, por mi propia experiencia, la actitud positivamente abierta nos va a dar mucha esperanza. Paciencia y experiencia.

Sé que habrá muchos casos complicados que estas palabras no las quieran escuchar. De hecho, yo en abril no quería escucharlas. Pero hoy por hoy sí que es verdad que todo se va más o menos encarrilando y se ve solución. Y mi ejemplo es el primero, así que: esperanza.

  • primavera loranca