Cómo alargar la vida de tu lavavajillas

fersay lavavajillas

El lavavajillas se ha convertido en uno de los electrodomésticos más útiles para ahorrar tiempo en las tareas del hogar, además de uno de a los que más se recurre en la cocina

Gracias al lavavajillas se ahorra agua, y su capacidad de lavar a altas temperaturas permite higienizar la vajilla más que con un lavado a mano. Utilizar el lavavajillas se traduce en una media de 30,6 litros de agua de ahorro usando el programa Eco, en comparación con el lavado a mano diario de platos y vasos. También supone una mejora en el consumo de electricidad, pues este programa consume menos que el estándar. A continuación, compartiremos algunos consejos básicos para mantener el lavavajillas en un estado óptimo. 

Para empezar, retirar los restos de comida más grandes antes de meter los platos en el aparato. Esto se hace con el objetivo de que no se obstruya el filtro. Usar abrillantador también evitará que el lavavajillas se estropee. También se recomienda colocar los platos ordenados por hondos y planos, tenedores y cucharas con el mango hacia abajo; y bandejas, ollas y fuentes de horno con espacio suficiente, en la parte inferior. Por último, poner sal en el depósito del lavavajillas una vez al mes también es recomendable si el agua de tu zona geográfica tiene mucha cal. Además, es preferible lavar a mano copas o instrumentos más frágiles, para no dañarlos.

A la hora de limpiarlo, se recomienda un lavado al mes con descalcificador (para evitar que la cal acumulada obstruya la máquina); limpiar de vez en cuando el filtro con agua caliente y vinagre; usar un detergente en pastillas en lugar de en polvo; o sacar los platos del lavavajillas en cuanto termine el ciclo para que no acumulen humedad.

Para que rinda de la mejor forma y extienda su vida útil, es recomendable sustituir cualquier accesorio o recambio dañado. Para cualquier instrumento que te haga falta – tubos de agua, aspas, cestos de cubiertos, filtros… – puedes recurrir a Fersay

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