Redacción deportes, 31 may (EFE).- La Federación Francesa de Fútbol (FFF) se defendió este martes de los incidentes antes del inicio de la final de la Liga de Campeones en el estadio de Francia en París, de los que responsabilizó a «35.000 personas» que acudieron al campo «sin entradas» o con localidades «falsas» y que «perturbaron el orden público al bloquear las puertas de acceso», al tiempo que remarcó que el dispositivo de seguridad era un «25 por ciento» mayor que el de un encuentro de la selección de su país con todo vendido.

«En el marco de la final de la Liga de Campeones del pasado 28 de mayo en el Estadio de Francia, además del dispositivo de seguridad público, la FFF dispuso 1.650 agentes de seguridad en previsión de una posible presencia de personas sin entradas o con entradas falsas. Este dispositivo es un 25 por ciento superior al de un partido de la selección francesa con entradas agotadas», expresó en un comunicado oficial en su página web.

«El dispositivo fue validado por la Prefectura de Policía teniendo en cuenta la información de la que disponía la FFF de la preparación de la final de la Liga de Campeones», añadió.

Asimismo, la Federación Francesa recuerda que se «emitieron 75.000 entradas» para el encuentro entre el Real Madrid y el Liverpool por el título de la Copa de Europa en París, «por lo que 75.000 personas deberían haber ido al estadio de Francia», según recalcó.

«Sin embargo, según la información recopilada por diversos organismos públicos y privados, la FFF ha constatado que 110.000 personas habían acudido al estadio. Estas 35.000 personas adicionales, en posesión de entradas falsas o sin entrada, perturbaron el orden público al bloquear las puertas de acceso al estadio e impedir el ingreso al mismo a determinados poseedores de entradas legales antes del inicio del partido previsto para las 21.00 horas», concluyó en su comunicado.

De esas 110.000 personas, la Federación Francesa detalla que «79.200 utilizaron el transporte público» para llegar al estadio, mientras que «21.000» fueron «en autobús (aficionados, socios e invitados de la UEFA), 6.000 en taxis y conductores privados y 4.100 con sus vehículos particulares».