Qué es el deterioro cognitivo: tipos, síntomas y formas de detectarlo

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Siendo una afección menos visible a simple vista, es importante reconocer qué es el deterioro cognitivo para poder frenar su avance y ponerle remedio. 

Al hacerse mayores, muchas personas comienzan a experimentar dolores físicos, pero también pueden sufrir daños de memoria o en el lenguaje. Siendo afecciones menos visibles a simple vista, es importante reconocer qué es el deterioro cognitivo, para poder frenar su avance y ponerle remedio.

En un adulto mayor, el deterioro cognitivo es una patología generalmente vinculada a la edad que se manifiesta con fallos y alteraciones en las funciones cognitivas: afecta a las parcelas del organismo que ayudan al conocimiento.

Este deterioro puede derivar tanto del propio efecto del envejecimiento como de otros factores, como la carga genética o riesgos cardiovasculares. También pueden influir elementos psicológicos, situaciones de estrés, o el estado de ánimo del paciente.

Tipos y síntomas del deterioro cognitivo

Una de cada diez personas mayores de 65 años puede presentar deterioro cognitivo. Atender a la aparición de los síntomas es fundamental para darle respuesta lo antes posible y prevenir su empeoramiento. En primer lugar, se debe identificar qué nivel de deterioro cognitivo presenta la persona para poder darle cuidados adaptados a sus necesidades. Hay diferentes tipos, cada uno de ellos con síntomas diferenciados. Estos son los principales.

Deterioro cognitivo leve (DCL)

Repercute en el envejecimiento de las células cerebrales de las personas mayores, por lo que impacta en sus funciones mentales. Afecta, principalmente, a la actividad de la memoria inmediata, el pensamiento o el lenguaje. Aunque es una etapa temprana de la enfermedad, los familiares o seres cercanos pueden empezar a notar cambios en la persona, en relación a sus acciones cotidianas. Sin embargo, los síntomas no suelen repercutir en la actividad ordinaria de las persona que lo padece.

En caso de duda o de identificación de síntomas por parte de un familiar, lo más apropiado es recurrir a un especialista para que valore el caso mediante pruebas neuropsicológicas y psicomotrices.

Entre los síntomas del deterioro cognitivo leve se encuentran: recurrencia en los olvidos y alteración de las fechas de eventos; mayor torpeza o dificultad en el nivel de comprensión; disminución de la capacidad verbal y elección del vocabulario; crecimiento de la impulsividad e irritabilidad y los problemas a la hora de orientarse; o aumento en la lentitud a la hora de reaccionar o dar una respuesta.

Este deterioro cognitivo puede traer consigo otras afecciones en las personas mayores: puede vincularse con episodios de depresión, ansiedad o apatía. También influye significativamente en el desarrollo de la enfermedad el estilo de vida de la persona: diabetes, presión arterial alta, falta de actividad física o tabaquismo aumentan los riesgos de sufrir estas alteraciones.

Además, los síntomas variarán en función de cada paciente. Si se trabaja para evitar su avance, el mayor podrá mantener su estabilidad durante años o mejorar con el tiempo. Por otro lado, este podría complicarse y evolucionar hasta demencias más graves como el Alzheimer.

Demencia

Si las alteraciones neuronales de la persona empiezan a tener una repercusión directa en su actividad y su situación funcional, se empieza a hablar de demencia. Esta contempla diferentes grados, dependiendo de los síntomas.

La demencia leve ocasiona al paciente dificultades frecuentes a la hora de recordar, desorientación y alteraciones en la conducta. También es un síntoma recurrente el olvido de nombres de personas conocidas o la pérdida de la memoria más inmediata.

Por otro lado, la demencia moderada trae consigo desequilibrios emocionales y mentales crecientes en las personas que la padecen. Los síntomas afectan de forma más notoria en su vida. A los mencionados anteriormente se añaden dificultades para el cálculo, mayor desorientación y dificultad para aprender y comprender. Además, los pacientes ven como crece su ansiedad y pueden aparecer los comportamientos agresivos.

Finalmente, encontramos la demencia grave. En este caso, la enfermedad se hace notable y afecta a su vida cotidiana. Disminuye drásticamente la capacidad para comunicarse y al mayor se le complica la comprensión de un discurso y poder responder ante él. La pérdida de memoria es aún más evidente, igual que la dificultad para ser autónomo y cuidar de sí mismo. Repercute también su conducta, pudiendo convertirle en alguien más agresivo e irascible.

AMAVIR, un apoyo esencial para los pacientes con deterioro cognitivo

Es esencial cuidar la salud cerebral y apostar por un envejecimiento activo de cara a prevenir el avance de estos deterioros. En caso de detectar estos síntomas, se recomienda mantener la calma, tomar conciencia de la solución y de la posible evolución. Además, se debe tratar de evitar la frustración que deriva de este tipo de patologías.

Las residencias de mayores AMAVIR, como expertos en el tratamiento del deterioro cognitivo, proporcionan atención integral a las personas con esta enfermedad. Las residencias y centros de día apuestan por una potenciación del envejecimiento activo para evitar el avance de estas afecciones en memoria y habilidades físicas. El equipo de especialistas de AMAVIR, además, aplica metodología innovadora, individualizada y de calidad, que ha demostrado su efectividad a la hora de reducir la ansiedad de los pacientes y de mejorar sus patrones de comunicación y comportamiento.

Los centros cuentan con ejercicios para mantener activas la mente, la memoria y la habilidad para desarrollar el lenguaje entre sus programas asistenciales. Además, han incorporado los bebés terapéuticos para aumentar la salud y el bienestar de sus pacientes. Estos métodos ayudan a los mayores a centrarse y conectar con el medio, además de mejorar la autoestima y la propiocepción.

Finalmente, estas residencias especializadas permiten a los ancianos socializar y sentirse acompañados, lo que se traduce en un valor añadido. Así, no les invade la sensación de soledad, emoción con influencia directa en los riesgos del deterioro cognitivo.

En la página web de Amavir puedes encontrar más información al respecto. También puedes contactar con ellos a través del teléfono 901 30 20 10.