Hoy, 27 de enero, se celebra el Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas del Holocausto
Mi nombre es Richard Frenkel. Soy hijo de Nissan Frenkel y Ester Horonczyk. Nos mudamos a París y mis padres tenían una pequeña sastrería. Pero estalló la guerra. Soy judío, así que mi destino fue un centro de detención y, luego, Pithivers. Papá había muerto en Auschwitz y mamá y yo solo estuvimos juntos un tiempo. Éramos 1.800 niños allí. Me llevaron a Drancy. Después, estuve en Auschwitz.
Esta es la historia de uno de los muchos niños judíos asesinados durante el Holocausto. Nos hubiera gustado reescribir el final y que Richard hubiese vivido, pero no fue así.
El plan genocida del gobierno de Adolf Hitler estaba perfectamente elaborado. Consistía en deportar a todos los judíos a campos de concentración. Los viajes eran en trenes de ganado, sin ningún tipo de alimento o agua y en condiciones infrahumanas. Una vez en el campo, se les marcaba con un número, como si fueran animales. Según su categoría, eran utilizados para trabajar hasta la extenuación o asesinados en cámaras de gas y hornos.
Auschwitz-Birkenau fue el campo de concentración más letal. En él murieron cerca de 1.1 millones de personas. Actualmente está prácticamente intacto y es Patrimonio de la Humanidad.
La cifra de víctimas del Holocausto se sitúa en 11 millones de asesinados entre judíos, gitanos y otros grupos étnicos, sociales e ideológicos. De estos, más de la mitad eran judíos. El Holocausto siguió una estructura:
- Se creó el concepto de judío según los criterios del nazismo. Según ellos, los judíos eran enemigos que había que exterminar.
- Después, se despojó de toda condición de ser humano a los judíos.
- A continuación, se separó a los judíos concentrándolos en guetos y campos.
- Por último, se asesinó masivamente a millones de judíos en cámaras de gas y hornos.
¿Cómo consideraban a los judíos los nazis para llegar a tal extremo? Pues bien, primero creían que la raza alemana, la raza aria, era superior. Por lo tanto, todo aquel que no fuera ario debía ser dominado. Todos, excepto los impuros (gitanos, homosexuales, discapacitados, etc) y los judíos. Estos últimos eran la antítesis de la raza aria, la encarnación del mal. Ambos grupos tenían que ser exterminados.
Un Holocausto es una gran matanza de personas, especialmente la que tiene como fin exterminar un grupo social por motivos de raza, religión o política. Esto es solo una definición. El problema es que pasó a ser una realidad. En el año 2020 que acabamos de empezar no podemos permitir que la discriminación llegue hasta estos extremos. Tenemos que ser conscientes de lo peligroso que es el odio y del daño que hace un discurso contrario a personas simplemente por el hecho de ser diferentes. Apostemos por la tolerancia y dejemos a un lado lo que nos hace distintos para centrarnos en aquello que nos une.
