Rascafría es una de las poblaciones más espectaculares de la Sierra Norte de Madrid, y sin duda, uno de los lugares que contribuyen a su belleza es el Bosque de Finlandia o bosque finlandés.
Este impresionante paraje natural está a poco más de una hora de la capital de España, y recibe su nombre por las similitudes que presenta con los bosques finlandeses.
Un lugar con el encanto de los cuentos y que recibe su nombre por el gran parecido que presenta con los paisajes escandinavos.
El Bosque de Finlandia es un lugar recóndito, pero al que se llega muy fácilmente desde el emblemático Puente del Perdón, a través del conocido como camino del papel. Este sendero se llama así porque conduce hasta el antiguo molino de papel en el que los monjes del Monasterio de El Paular fabricaban hojas. Fue el primero que existió en Castilla y de él salió el papel que se utilizó para imprimir la edición príncipe de la primera parte de El Quijote.
Abetos, chopos, adebules y otras especies arbóreas propias de los parajes del norte de Europa jalonan este paseo que permite observar un precioso embarcadero sobre las aguas del río Lozoya, y que en este punto forman una represa.
Este singular enclave es sin lugar a dudas uno de los más pintorescos, bonitos y singulares que podemos encontrar en toda la Comunidad de Madrid
El paisaje es realmente espectacular durante todo el año. En primavera, la vida se abre camino y el deshielo de las cumbres hace que el agua sea aún más protagonista. En verano, sus suaves temperaturas lo convierten en un sitio ideal. En otoño, los colores ocres y dorados invaden el paisaje y le aportan un aire realmente evocador. En invierno, es posible encontrarlo con nieve y hasta con sus aguas, prácticamente, congeladas.
Llegar al Bosque de Finlandia es muy sencillo. Solo hay que tomar una breve senda que comienza en el Puente del Perdón y recorre el Camino del Papel por el valle de Rascafría y nos conduce hasta el Bosque de Finlandia, este camino se llama así porque es la ruta que lleva hasta las ruinas del molino de papel donde los monjes del Monasterio del Paular fabricaban hojas para encuadernar libros.
Este impresionante paraje natural está a poco más de una hora de la capital de España, y recibe su nombre por las similitudes que presenta con los bosques finlandeses.
Este camino, discurre aguas abajo por el margen derecho del río Lozoya, tras cruzar un pequeño puente de piedra que solventa un arroyo hasta un pequeño lago con embarcadero.