El Congreso, escenario de un nuevo rifirrafe sobre ricos y pobres

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d) y el resto de la bancada socialista aplauden a la ministra de Economía, Nadia Calviño (2d) durante el pleno celebrado este miércoles en el Congreso de los Diputados. EFE/J.J.Guillén

Madrid, 5 oct (EFE).- El Congreso ha sido escenario hoy de un nuevo rifirrafe entre la derecha y el Gobierno de Pedro Sánchez que han protagonizado un discurso maniqueo sobre ricos y pobres, un día después de que el Ejecutivo haya aprobado los presupuestos de 2023 e impulsado medidas fiscales para que «paguen más los que más tienen».

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha vuelto a enfrentarse a una sesión de control al Ejecutivo en el pleno del Congreso tras dos semanas de ausencia -ya que participó en la Asamblea General de la ONU y posteriormente tuvo covid- y lo ha hecho recibiendo las críticas del PP por fomentar el viejo debate entre ricos y pobres, un discurso que Alberto Núñez Feijóo califica de antiguo.

«Lo antiguo es bajar los impuestos a los ricos», ha respondido Sánchez a la portavoz de los populares en el Congreso, Cuca Gamarra, que le ha acusado de «desplumar» a los trabajadores.

El presidente del Gobierno ha puesto como ejemplo la bajada fiscal ante la que la primera ministra británica, Liz Truss, ha tenido que dar marcha atrás. «Hable con sus amigos y compañeros conservadores» y les pregunte «cómo no se tiene que gobernar en país», le ha instado Sánchez, que ha defendido hoy unas cuentas de 2023 que recogen el mayor gasto social de la historia y protegen a la clase trabajadora.

«Los socialistas nunca han sacado a España de una crisis, eso sí, nos han metido en todas y lo están volviendo a hacer», ha exclamado la portavoz del PP al tiempo que la bancada popular reprochaba a los ministros económicos que estén «sableando a todos los españoles».

«Su gobierno es un sueño para ustedes pero es una pesadilla para todos los españoles», reiteraba el diputado del PP Carlos Rojas a la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, que hoy ha robado el protagonismo a Sánchez en la sesión plenaria ante otro cara a cara mantenido con Vox.

Los de Abascal han criticado que el Ejecutivo esté «empobreciendo a España» y su portavoz parlamentario, Iván Espinosa de los Monteros, ha preguntado a Calviño si está «orgullosa» de que «hoy los españoles sean más pobres que hace tres años».

«Ustedes lo que quieren es erradicar la riqueza y no la pobreza», le ha incidido Espinosa ante la subida del IRPF a las rentas de capital de más de 200.000 euros y el nuevo impuesto a la riqueza.

«Me enternece que PP y Vox se preocupen por los más pobres de España… entonces por qué votan en contra de un impuesto a los ricos o en medidas para proteger a los más vulnerables», le ha replicado Calviño en una respuesta en la que ha ido elevando el tono para reprochar a Vox que no conozca a ningún «español real» que se beneficie de las medidas del Gobierno.

«Pues tiene que revisar a sus amigos», le ha espetado Calviño.

«¿No conoce a nadie que se beneficie de la sanidad pública, del transporte público gratuito, de las ayudas a los autónomos, de los ERTE, de los avales del ICO, del ingreso mínimo vital (IMV), de las ayudas a las familias que tienen niños pobres? ¿Pero cómo puede ser que no conozca a ningún español real?», ha ironizado la ministra de Asuntos Económicos.

Una intervención ovacionada y aplaudida por todo el Gobierno, que se ha puesto en pie junto con los diputados socialistas y algunos miembros de Unidas Podemos.

La dicotomía ricos-pobres ha vuelto a salir a escena después de que Sánchez recordara que hay dos millones de niños en situación de pobreza y un 27,8 % en riesgo.

En el debate también ha entrado la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que ha avisado a Vox de que los trabajadores en España son las víctimas y no los causantes de la inflación y que el Gobierno les seguirá protegiendo y promoviendo que suban los salarios.

«El PP niega que en este país haya pobres, ¿y qué se puede esperar de que apoyen unas cuentas públicas que destinan gran parte del gasto al gasto social», entraba en escena la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en el marco de unas negociaciones presupuestarias que empiezan ya.

Unas cuentas que tampoco gustan a Ciudadanos y que en el pleno también han sido criticadas por la líder de la formación naranja, Inés Arrimadas.

«No tiene derecho a hipotecar a las próximas generaciones para pagar su campaña electoral, porque sus intentos de comprar votos hoy suponen vender el futuro de millones de españoles», ha subrayado la líder de Ciudadanos.

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