Cracovia (Polonia), 22 sep (EFE) – El estreno en los cines polacos este viernes de la película «Frontera Verde», dirigida por Agnieszka Holland, ha suscitado duras críticas por parte del Gobierno y ha provocado manifestaciones en todo el país.
Desde varios días antes de su exhibición pública, la película de la directora polaca se convirtió en blanco de las críticas del Gobierno por mostrar una historia ambientada en la frontera polaco-bielorrusa en la que los soldados y policías de Polonia aceptan sobornos y tratan de manera violenta a los inmigrantes.
El primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, publicó hoy un vídeo en sus redes sociales en el que afirmó estar «increíblemente indignado por que la señora Holland difame el uniforme polaco de esta manera, que muestre tal falta de respeto (…) como si no supiera lo que está sucediendo a su alrededor, como si no supiera que (Vladímir) Putin y (Alexander) Lukashenko están instrumentalizando a los inmigrantes ilegales, que el caos puede reinar en Europa en un momento».
El partido que gobierna Polonia, el conservador y nacionalista Ley y Justicia, también hizo público hoy un vídeo electoral dedicado expresamente a atacar a la cineasta, a quien se describe como alguien que actúa «de acuerdo con Donald Tusk», el jefe de la oposición polaca, para «desviar la atención de la reubicación forzosa de inmigrantes» impuesta por Bruselas.
En varias ciudades de Polonia, como Varsovia y Polonia, tuvieron lugar ayer manifestaciones que protestan contra el estreno del filme, que ya fue retirado de la cartelera de un cine cercano a la capital polaca, y para hoy hay convocadas concentraciones frente a las puertas de los cines que estrenarán la película.
El miércoles, un portavoz del Ejecutivo polaco anunció que previamente a la proyección de la película en los cines comerciales se deberá exhibir un vídeo elaborado por el Gobierno que recordará a los espectadores que «Frontera Verde» es una obra de ficción.
La película, que obtuvo el Premio Especial del Jurado en la última edición del Festival de cine de Venecia, fue comparada por el ministro polaco de Justicia, Zbigniew Ziobro, con la propaganda nazi, lo que llevó a Holland a anunciar una querella contra él.
«Desde luego, tratándose de un tema sensible, esperaba hostilidad, pero no una campaña de odio de esta magnitud», declaró hoy a la prensa Agnieszka Holland.