
Madrid, 5 feb (EFE).- El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, y la fiscal provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, aseguraron al juez que se enteraron por la prensa de que Alberto González Amador era novio de la presidenta madrileña, Isabel Diaz Ayuso, el 7 de marzo de 2024, con la denuncia por fraude fiscal ya presentada.
Según consta en la transcripción de su declaración ante el juez Ángel Hurtado del pasado 29 de enero, a la que ha tenido acceso EFE, el fiscal general explicó que se enteró el 7 de marzo a través de la directora de comunicación de la Fiscalía General, quien le comentó que había llamado un periodista el día anterior preguntando por ello.
En concreto, ese periodista preguntó «si había algo de una empresa que se llamaba Maxwell Cremona relacionado con la presidenta de la Comunidad de Madrid», y «mencionaba también el nombre de Alberto González».
Tras ello, llamó al número 2 de la secretaria técnica, Diego Villafañe, para que se interesase por esta información, es decir, activó una dación de cuentas justificada en el artículo 25 del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal.
A la salida del Consejo Fiscal, ese mismo día 7, le comentó que, «efectivamente, hay una denuncia en la Fiscalía Provincial» y «que se trata de dos delitos fiscales que, efectivamente, la pareja de la presidenta de la comunidad es la persona denunciada por la Fiscalía»
«Es un flash prácticamente lo que me da», añadió. Al día siguiente, Villafañe le dio «una información más completa» siempre de manera «verbal». «Yo no veo la denuncia», que ya estaba en decanato.
Para García Ortiz, «se trata de un algo no excesivamente complejo», es un delito fiscal con una falsedad, lo que llaman «factureros», y «como es bastante normal», «desde la Fiscalía General no hay nada más que hacer procesalmente, está todo hecho».
Eso sí, precisó, «lo que queda de alguna manera es la gestión informativa», que «corresponde» a la Fiscalía Superior de Madrid.
Igualmente, la fiscal provincial de Madrid dijo que desconocían quién era González Amador cuando se incoaron las diligencias el 22 de enero de 2024 y se asignaron al fiscal Julián Salto, como consta en la transcripción de su declaración del 30 de enero.
«Conocemos que hay una empresa, que se llama Maxwell Cremona y hay un señor que se llama don Alberto González Amador», dijo. «No nos enteramos hasta el día 7 de marzo de que el señor González Amador forma parte del entorno de la señora presidenta», en alusión a Ayuso.
Todo vino porque «en la mañana del 7 de marzo se recibe una llamada de un periodista» preguntando «si existía algún procedimiento de una empresa denominada Maxwell Cremona» y que «podría estar relacionada con el entorno» de la presidenta madrileña.
Y ese mismo día, continuó, Villafañe le llamó para comunicarle que «en la tarde del día anterior, también algún periodista había preguntado a la jefa de prensa de la Fiscalía General» por lo mismo.
Dijo que no tuvo en cuenta la llamada del periodista a la Fiscalía Provincial -«yo no hablo con periodistas»- pero que cuando llamó Villafañe se «activó inmediatamente».
Eso sí, precisó que cuando le dijo el nombre, ella se percató de una diligencias «que había avisado en días anteriores» que «recordaba más o menos que tenían ese nombre», como así le confirmaron en la Fiscalía Provincial cuando preguntó por ello.
Aquel mismo día, se produjo la dación de cuentas «con ciertas dificultades» tanto a la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra, como a la secretaría técnica de la Fiscalía General.