Shanghái, 10 sep (EFE).- El Instituto Cervantes inauguró este martes una sede en la ciudad de Shanghái con un acto presidido por el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, quien consideró esa apertura un orgullo para España al convertirse en el único país europeo con dos centros culturales reconocidos en China.
El primero de ellos fue el de Pekín, abierto en 2006 y que ha contribuido a la difusión del español en un país en el que en la actualidad unas 60.000 personas estudian ese idioma de forma oficial.
Sánchez presidió la inauguración junto al director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, quien resaltó también el dato de la existencia de dos centros en China y aseguró que «soplan vientos favorables» para el español en todo el mundo.
El director del Instituto y el presidente del Gobierno recordaron que el de Shanghái da continuidad a la Biblioteca Miguel de Cervantes que existía en esta ciudad.
Sánchez subrayó que el chino mandarín y el español son las dos lenguas con mayor número de hablantes nativos en el mundo, y que el interés mutuo por ambos idiomas fortalece la relación bilateral y abre un puente sobre el Pacífico entre China y el Caribe donde viven más del 90 % de los hispanohablantes.
Como muestra del interés mutuo, recordó que 60.000 personas estudian chino en enseñanza reglada en China y hay la misma cifra de estudiantes españoles de chino.
Con la inauguración de ese centro Sánchez dijo que se da cumplimiento al compromiso de promover la lengua y la cultura de ambos países de forma bidireccional y se reconoce el esfuerzo de todas las personas que trabajan cada día en la promoción de los lazos culturales y lingüísticos entre España y China
Señaló que la apertura del centro supone un homenaje a Miguel de Cervantes, a su obra y a su memoria y, en referencia a don Quijote, «a la memoria de aquel caballero andante empeñado en recorrer el mundo para desfacer agravios y enderezar entuertos».
La Biblioteca Miguel de Cervantes que es el origen del centro abierto este martes fue inaugurada en 2007 por los entonces príncipes de Asturias y dependía del consulado español en Shanghái, considerada la capital económica de China y que cuenta con más de 29 millones de habitantes.
De esa biblioteca, que estaba gestionada por el Instituto Cervantes, el nuevo centro se nutre de más de 12.000 libros en castellano y de las tres lenguas cooficiales en España que versan sobre diversos géneros y que incluyen diccionarios y materiales para la enseñanza de la lengua.
Entre sus fondos hay una colección de traducciones de obras del español al chino y viceversa.
Con una superficie de unos 1.200 metros cuadrados, el edifico que alberga esta sede se encuentra en el barrio de la antigua concesión francesa en Shanghái, uno de los enclaves del pasado colonial de la ciudad en el que se alternan edificios de carácter europeo y otros de diseño vanguardista.
Está considerado como el barrio de la cultura, y en sus calles hay teatros, cines, institutos de artes escénicas y casas museo de artistas.
Las cifras de estudiantes de español en China llevan al Instituto Cervantes a asegurar que este idioma está de moda en el país asiático por afinidad cultural, ya sea en el ámbito del cine, la música o los deportes, y por su gran empleabilidad.
En la actualidad se calcula que hay en China unos 60.000 estudiantes de español en centros de enseñanza reglada, a los que deben sumarse los de la enseñanza no reglada (academias, aplicaciones y autodidacta) y cuya cifra no ha podido ser aún cuantificada oficialmente.
El crecimiento en el número de estudiantes de español en China ha sido exponencial y se encamina a consolidarse como la segunda lengua extranjera con más demanda, sólo por detrás del inglés.
El número de universidades con oferta de español se ha ido incrementando de forma paulatina.
La demanda del español es cada vez mayor también en la educación primaria y secundaria. Además, desde 2018, el Ministerio de Educación chino incluye la enseñanza del español como lengua optativa en Secundaria, y sus alumnos pueden elegirlo, en sustitución del inglés, en el examen nacional de selectividad, el Gaokao.
Uno de los retos que el Instituto Cervantes destaca ante el futuro de esta enseñanza en China es la formación de profesores debido a la carencia de personas cualificadas para ello.
China está entre los primeros centros en número de inscritos DELE (Diplomas de Español) en la red del Instituto Cervantes, con más de 5.500 examinados en 2023.
Desde su implantación, han sido más de 87.000 los exámenes que se han realizado.
Por otro lado, desde la apertura del Instituto Cervantes en Pekín y sus extensiones académicas en Shanghái y otras ciudades, en China se han formado 31.000 alumnos y ha habido cerca de 64.000 matrículas.