El Tiemblo, historia y sensaciones en un valle castellano

Enclavado en un entorno privilegiado, en su término municipal se encuentra el famoso conjunto escultórico de los Toros de Guisando, un conjunto de cuatro esculturas zoomorfas de la Edad del Hierro de origen vettón.

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.

La villa de El Tiemblo pertenece a la comunidad autónoma de Castilla y León se encuentra situada al sureste de la provincia de Ávila, en la vertiente septentrional de la sierra de Gredos y en la margen derecha del río Alberche.

La situación en la Meseta Central, su altitud media sobre el nivel del mar de 900 metros ( 690 metros en el casco urbano), el suelo a base de sílice arcillosa y su climatología confieren ciertas peculiaridades a El Tiemblo en su abundante y variada vegetación y paisaje natural, dándose zonas arbóreas de bosques donde predominan los robles, pinos resineros y los castaños, siendo exclusivo el bello paraje del Castañar con ejemplares únicos de la flora ibérica; también resaltar dentro de este marco los espacios dedicados a viñas, pastizales y huertas.

En lo referente a su historia resulta difícil precisar el origen de los asentamientos humanos que se extienden a lo largo del valle. Las noticias más generalizadas hablan de agrupaciones de pastores vetones, pueblos de origen celta, establecidos por estas tierras del Alberche medio hacia el año 700 a, C. Por lo cual es muy probable que la antigüedad de El Tiemblo gire en torno a los Toros de Guisando y a los vetones, pueblo al que se atribuyen, que al parecer poblaron esta zona pastoreando y cultivando las tierras.

Toros de Guisando. El Tiemblo
Toros de Guisando. El Tiemblo.

De aquella época son los Toros de Guisando y del pueblo visigodo, como muestra la necrópolis existente al este del término. Del paso de las legiones romanas por este valle nos dejaron las inscripciones de los Toros de Guisando y una calzada de segundo orden en el antiguo camino de Ávila a Toledo. De los visigodos queda una necrópolis con más de veinte tumbas, escorias y restos de cerámica. Acequias, leyendas y nombres como Alberche, Navalaceña, Atalaya, Albare, se deben a los árabes.

En lo que respecta a los lugares de interés, mencionar la Iglesia Parroquial, en honor a Ntra Sra de la Asunción, construida en su mayor parte durante el siglo XVI es de estilo gótico-isabelino, aunque la torre pertenece a épocas anteriores. La ermita de San Antonio, fue una de las primeras ermitas que se levantaron en honor a este santo, es de estilo barroco y se levanta sobre las ruinas de un templo anterior. El Monasterio de Guisando, fundado en el año 1375. El edificio del Ayuntamiento y los Toros de Guisando entre otros.

Sus fiestas locales y patronales, son varias las que se celebran mencionar, la Semana Santa, los Carnavales, el día de la Empanada con una romería popular, San Antonio de Padua, Patrón de la Villa, sin olvidar las corridas de toros, que se complementan con los tradicionales “desencajonamientos” de gran arraigo en esta tierra.

Pasear por las calles de esta Villa es un verdadero placer, la hospitalidad de sus gentes, su rica gastronomía y el maravilloso marco natural que la rodea son, sin duda, grandes atractivos que atraen a los visitantes a conocer la historia y los encantos de la villa.