Enresa invertirá 150 millones en ampliar El Cabril y tener nuevos almacenamientos en 2028

Fotografía de archivo de las instalaciones del Centro de Almacenamiento de Residuos Radioactivos de Muy Baja, Baja y Media Actividad, El Cabril, situado en el término municipal de Hornachuelos (Córdoba), gestionado por la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa). EFE/Salas

Córdoba, 7 mar (EFE).- La Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) destinará 150 millones de euros a la ampliación del centro de almacenamiento de residuos radiactivos de baja, muy baja y media actividad de El Cabril, ubicado en la Sierra Albarrana de Córdoba, y cuyas primeras celdas deberían estar operativas en 2028.

Durante su intervención en el espacio «La Mirada Económica», organizado por el diario ABC de Córdoba, el presidente de Enresa, José Luis Navarro, ha explicado el proyecto de ampliación de las instalaciones cordobesas, que recientemente ha recibido el dictamen favorable de impacto ambiental para el proyecto de construcción de la plataforma sureste, que supondrá contar con hasta 27 nuevas celdas de almacenamiento.

Según Navarro, aunque la primera fase cuenta con 12 celdas de almacenamiento, que deberían estar operativas en 2028, y la segunda contempla otras 15, algo más de la mitad del presupuesto estimado de 150 millones de euros se invertirá en los primeros trabajos en estos cuatro años debido a las obras de acondicionamiento previo del entorno.

También ha subrayado que la experiencia adquirida y la planificación de los futuros desmantelamientos gracias a la firma en 2019 de un «protocolo para el cierre ordenado de las centrales nucleares entre 2027 y 2035, permiten prever con fiabilidad las necesidades de almacenamiento en El Cabril».

Además, según han explicado a EFE fuentes de Enresa, el proyecto se sufragará con fondos de la empresa destinados a proyectos, por lo que la inversión no está supeditada a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE).

La construcción de la plataforma sureste de El Cabril prevé, en una primera fase, 12 nuevas celdas para residuos de baja y media actividad, y otras 15 celdas en una segunda fase que dotarán a la instalación cordobesa de capacidad suficiente para gestionar la totalidad de residuos de esta tipología según el inventario previsto en el VII Plan General de Residuos Radiactivos.