Barcelona, 2 sep (EFE).- Familiares y amigos han despedido este viernes a Joan Ollé, fallecido el pasado 30 de agosto, en una ceremonia que sus allegados no han querido que fuera un homenaje público sino un acto íntimo que ha reunido a quienes tuvieron relación estrecha con el director teatral catalán.

A pesar de ello, la sala del tanatorio Sancho de Ávila de Barcelona, con capacidad para 200 personas, se ha quedado pequeña ante las más de 300 que han acudido, entre ellas personalidades de la política y representantes de instituciones culturales que lo han hecho a título personal.

Muchos de ellos venían de la presentación de la temporada teatral del Grupo Focus, que ha tenido lugar pocas horas antes, y en la que su presidente, Daniel Martínez, se ha mostrado todavía «impactado por la muerte de Joan Ollé, amigo y director teatral muy próximo a nuestra empresa».

«Sold out Joan», ha dicho Mario Gas en el funeral, mientras dirigía una mirada cómplice al ataúd donde descansan los restos del que fuera «una persona muy importante del teatro catalán», según sus palabras.

Durante el acto, el destacado papel que Joan Ollé jugó dentro de la escena teatral catalana y española durante más de cuarenta años ha sido uno de los elogios más repetidos.

Pero también se ha recordado la polémica que marcó sus últimos años de vida, cuando varios alumnas y exalumnas del Institut del Teatre de Barcelona le acusaron a través de los medios de comunicación de acoso sexual y abuso de poder.

El escritor Jordi Coca ha dedicado unas palabras a «los hombres honorables que han apuñalado a César» y Mario Gas ha recordado con cariño el último proyecto Ollé, Canuda 26, con el que intentaba «aferrarse al mundo teatral que en los últimos años tan mal le trató».

Joan Manuel Serrat ha protagonizado uno de los momentos más emotivos de la ceremonia, cuando ha interpretado a capela su versión musical del poema de Miguel Hernández «Elegía a Ramón Sijé».