Gabriela Cañas (EFE): los medios están participando de la polarización

(De i a d) Jorge Tamames, investigador del Real Instituto Elcano; la presidenta de la Agencia EFE Gabriela Cañas (d); y la directora de Gabinete de la SEDIA Ángela Paloma Martín Fernández participan en la presentación de los resultados del Edelman Trust Barometer Spain 2023 en Madrid, este miércoles. EFE/ Javier Lizón

Madrid, 29 mar (EFE).- La presidenta de la Agencia EFE, Gabriela Cañas, ha mostrado su preocupación por el hecho de que los medios de comunicación estén participando de la polarización que se vive en España y que fomenta la desconfianza en las instituciones y noticias falsas, y por ello ha abogado por una revisión en sus sistemas.

La presidenta de la Agencia EFE, Gabriela Cañas, participa en la presentación de los resultados del Edelman Trust Barometer Spain 2023 en Madrid, este miércoles. EFE/ Javier Lizón

«No puede ser que haya un debate sobre las políticas europeas en el Parlamento, y que los medios lo único que demos es la trifulca entre los políticos y no contemos lo que se habló allí, y qué importante es Europa», ha lamentado la presidenta de EFE en el debate posterior a la presentación de la nueva edición del barómetro de confianza de la empresa de comunicación Edelman.

Es la 23 edición de este estudio que desvela que en España persiste la crisis de confianza en las instituciones y en sus líderes, y que el país se sitúa como uno de los más polarizados del mundo. Uno de los datos que da cuenta de esa polarización es que dos de cada diez españoles no trabajaría con una persona que piensa distinto a él.

El estudio revela, además, que el optimismo económico se desploma en España con una caída de diez puntos, aunque sigue la tendencia global, ya que 24 de los 28 países analizados han registrado mínimos históricos.

Sólo el 26 % de los españoles cree que su familia estará mejor dentro de cinco años, un dato que posiciona al país entre los diez más pesimistas.

Ante estos resultados, Cañas ha advertido de la «dinámica partidista destructiva» en la que está entrando España en los últimos años porque actualmente «lo importante -ha dicho- es deteriorar al contrario, que no es un rival, es un enemigo».

Los medios de comunicación, además en su opinión, están haciendo un «seguidismo de esa escenificación casi guerrera de la vida pública y política».

«Estamos absolutamente contagiados por esto, con lo que se ha ido borrando lo que es verdaderamente lo público» ha apostillado.

Cañas ha incidido en la necesidad de que los medios hablen de otras cosas» y ha abogado, como servicio público, por informar más a la gente de lo que realmente pasa y de las cosas que están bien hechas.

Todo ello, porque España, a su juicio, está entrando en una «vorágine extremadamente peligrosa» de polarización, y esa forma de actuar y la falta de control de las redes y webs están haciendo «mucho daño» a los medios de comunicación llamados clásicos, que se están convirtiendo en los encargados de desenmascarar los bulos.

La presidenta de EFE cree que «es imperativo» que la sociedad empiece a vislumbrar cuáles son los medios de comunicación verdaderos y diferenciarlos de las redes sociales y de páginas digitales, que no cuentan con controles y que hacen desinformación y generan desconfianza en los medios.

En el debate también han participado Jorge Tamames, investigador del Real Instituto Elcano; José Luis Ayllón, director del Departamento de Asuntos Públicos y Relaciones con las Cortes de la CEOE; Ángela Paloma Martín Fernández, directora de gabinete de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial y Laura Ruiz de Galarreta, directora de Comunicación de Ikea.

Los cuatro, junto a Cañas, han analizado otros resultados del informe, como que, por instituciones, sólo las ONG consiguen superar el aprobado (53 %), pero no llegan a alcanzar el nivel de confianza (a partir del 60 %).

Empresas (49 %) y medios de comunicación (38 %) se sitúan en el terreno de la desconfianza y además, ambas caen dos puntos con respecto al 2022.

El Gobierno, aun siendo la institución en la que menos se confía (36 %), suma dos puntos con respecto a la edición del año pasado.