Salvo lesiones, patologías o ciertos factores que lo impidan, todo el mundo está capacitado para la práctica de running, solo hay que realizar el entrenamiento adecuado para cada individuo, es decir, una persona iniciada en la práctica del running, evidentemente, no debería entrenar en los primeros días tiempos largos, ya que tiene que “acostumbrar” a sus articulaciones al impacto continuado y, según el caso, al corazón y a los músculos a este cambio brusco que van a sufrir, por ello es imprescindible comenzar muy poco a poco.
La búsqueda de “excusas” es muy común entre aquellas personas que quieren ser runners pero les resulta costoso dar el primer paso en esta práctica deportiva.
Es necesario romper con esta “pereza”, y uno de los factores que la combaten es la “motivación”, pero ¿cómo encontrar nuestra motivación en esta práctica deportiva? Está claro que las motivaciones son muy personales y cada uno tenemos motivaciones diferentes, pero mi experiencia como entrenadora hace darme cuenta de que todas ellas convergen en unas pocas, y mi trabajo como tal consiste en buscar el camino más eficaz para que el futuro runner alcance su objetivo utilizando sus propias habilidades.
- Para empezar, debemos combatir la pereza, esa falta de ganas de gastar energía. Este sentimiento es muy común debido a que, justo en el momento de salir a correr, no estamos obteniendo ningún beneficio inmediato que nos impulse a su realización. Los beneficios se obtienen justo después de correr, y a lo largo de su práctica continuada. Un “truco” que funciona muy bien es “vístete, ponte las zapatillas y sal a la calle”, los primeros días no importa que tan solo camines, sin fijar el tiempo, pueden valer incluso 5 minutos, pero prueba a hacerlo; poco a poco tus pensamientos pueden convertirse en “ya que estoy aquí, voy a correr algo”, y con este poquito te ayudará a obtener ese refuerzo continuado.
- Muy importante en los primeros meses del runner iniciado es no sufrir en los entrenamientos. Si después de haber combatido su pereza, sufre en sus primeros entrenamientos, lo único que conseguirá será un refuerzo negativo, y esto producirá una retirada inmediata en la práctica del running, por su asociación a una emoción negativa.
- Si tu jornada laboral es muy larga, o te sientes cansado a lo largo del día porque realizas muchas actividades, busca un pequeño hueco para la práctica del running en el que te encuentres menos cansado, por ejemplo antes de ir a trabajar. Te llevará poco tiempo, sobre todo en tus primeros entrenamientos, y los beneficios obtenidos serán bastante gratificantes.
- En cuanto a la alimentación, aunque suene tópico, es necesario llevar una dieta variada y más cuando se practica ejercicio físico. La ingesta de alimentos justo antes del running no resulta muy recomendable, ya que puede impedir el proceso normal de digestión. Si aún así resulta inevitable dicha ingesta, procura que sea ligera y poco abundante. Recuerda que si tienes un corte de digestión en uno de los primeros días de entrenamiento, asociarás ese día de entrenamiento con una emoción negativa, y se trata de evitar estas asociaciones.
- Debemos asociar también con emociones positivas tu lugar de entrenamiento. Puedes practicar running en tu gimnasio en una cinta de correr, o bien en la calle. En el gimnasio, busca motivaciones en tu monitor de sala, en la compañía de otros deportistas o incluso puedes acompañar tu carrera con una música estimulante. Si tu lugar de carrera es la calle, procura buscar zonas de naturaleza, como parques, así evitarás el alto impacto del asfalto y podrás disfrutar de las vistas. De la misma manera, se recomienda cambiar la ruta en cada entreno para evitar la monotonía.
- Y si de verdad quieres engancharte a esta práctica fascinante del running, corre acompañado. Correr en grupo libera un sentimiento de bienestar, seguridad y constancia que te incentiva a su práctica continuada. La motivación se convierte en “motivación grupal” y en numerosas ocasiones permite manifestar las destrezas individuales que en solitario no se producen. Por otro lado, aprenderás otras formas de entrenamiento y tu entrenamiento parecerá más corto que si corres solo.
Si después de estos consejos consigues “engancharte” a este maravilloso deporte, disfrutarás de sus beneficios físicos, como la reducción del riesgo de contraer enfermedades, la mejora del sistema cardiorrespiratorio, la mejora de la calidad de los músculos y los huesos, o la pérdida de peso, y sus beneficios psicológicos, como el aumento de la autoestima, la reducción del estrés y la ansiedad, la mejora en el descanso, y el aumento de la socialización. Estos beneficios se sienten, lo sienten las personas que lo practican, y por ello no es de extrañar que existan numerosos runners, cada vez más.