
San Sebastián, 25 sep (EFE).- El cineasta belga Joachim Lafosse anima a romper el silencio en torno a la pederastia en su nuevo filme, «Un silencio», basado en un caso real y que ha presentado este lunes en San Sebastián junto a la actriz francesa Emmanuelle Devos.

La película, que compite por la Concha de Oro, se inspira en el caso real del abogado Victor Hissel, que en la década de los 90 defendió a los padres de las víctimas del pederasta Marc Dutroux y en 2010 fue condenado por posesión de pornografía infantil.
Con ese punto de partida, Lafosse cuenta la historia de una mujer, Astrid (Devos), casada con un prominente abogado (Daniel Auteuil) que, tras haber permanecido 25 años en silencio, ve como el precario equilibrio familiar salta por los aires cuando su hijo empieza a buscar justicia.
A Lafosse le interesaba explorar «el aspecto devastador de la vergüenza y la culpa», ha dicho en rueda de prensa. «Si no animamos a la gente a hablar, hay que entender que no se llega a hablar», ha añadido, tras enfatizar su opinión de que el silencio de esa mujer no es un silencio «cómplice» sino inducido por «el trauma».
Ganador de la Concha de Plata a la mejor dirección en San Sebastián en 2015 con «Los caballeros blancos», las películas de Lafosse han competido también en Venecia («Propiedad privada», 2006) o Cannes («Perder la razón», 2012, «Un amor intranquilo», 2021).
«Un silencio» es su décimo largometraje. El caso de Marc Dutroux fue muy mediático y causó un fuerte impacto en la sociedad belga. Fue condenado por haber secuestrado, torturado y abusado sexualmente de seis niñas y adolescentes de edades comprendidas entre los 8 y los 19 años, de las cuales cuatro fueron asesinadas.
«Quise hacer esta película porque, cuando ocurrió, la gente salió a la calle para exigir que nunca más pudiera suceder algo así, que no hubiera más lobos en el bosque y me satisface comprobar que ahora la pregunta es otra, ¿no seré yo el lobo? o ¿no habrá un lobo o una loba en la familia?», ha señalado.
Lafosse ha dejado claro que su cine no es «moralista» aunque él tenga un sentido de la moral. «Quiero que el espectador no juzgue pero al personaje hay que acompañarlo y eso es parte de mi propia moral», ha subrayado.
Emmanuelle Devos fue su primera opción para el papel de Astrid. «La manera en que ella acogió el proyecto fue lo que lo lanzó», ha dicho. Para la actriz, fue crucial poder contar con un periodo de ensayos y discusiones de diez días antes de empezar a rodar.
«Es poco frecuente tener la posibilidad de atravesar previamente todo el recorrido de principio a fin, pero para una película y un personaje como estos era necesario», ha afirmado Devos que, una vez delante de la cámara se limita a «dejar venir las cosas de manera sensorial».
Los ensayos completos forman parte de la manera habitual de trabajar de Lafosse desde que lo hizo por primera vez con «Después de nosotros» (2016), ha revelado. El guion es para él una «hoja de ruta» pero cree que los personajes se acaban de escribir en el plató.
En su opinión, el de Devos era el más complejo de todos, por la dificultad de encontrar la empatía hacia alguien que lleva tanto tiempo callada.
«Un silencio» es una de las tres películas presentadas este lunes en la sección oficial del festival de San Sebastián, junto a la argentina «La práctica», de Martin Rejtman y la rumana «MMXX» de Cristi Puiu.