La artista Ana Westley gana el premio «Ciudad de Getafe» del 86 Salón de Otoño

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El concejal de Cultura de Getafe, Luis Domínguez, entregó el «IV Premio Ciudad de Getafe» a la artista por su obra «Marea Baja»

El Salón de Otoño es un veterano certamen de prestigio dentro del panorama de las artes plásticas de nuestro país. Convoca a un altísimo número de participantes reconocidos por el público y por otros artistas. La presente edición ha seleccionado un total de 73 obras, 46 pinturas y 27 esculturas, de entre casi 300 presentadas. Por primera vez ha tenido como país invitado a China.

Luis Domínguez ha puesto en valor “la participación de nuestra ciudad en el Salón de Otoño, que constituye una inmejorable oportunidad para poder disfrutar en 2020 de una exposición de gran calidad artística a cargo de la pintora premiada, Ana Westley”.

El acto tuvo lugar en la Casa de Vacas del Retiro. Está organizado por la Asociación Española de Pintores y Escultores (AEPE)

El Jurado lo encabezaba José Gabriel Astudillo López, Presidente de la AEPE. Actuando como Presidente y Secretaria, Mª Dolores Barreda Pérez, Secretaria General de la AEPE. Ha tenido como vocal a José Vicente Moreno Huart, Patrono de la Fundación MAXAM. Asimismo, han participado como vocales los prestigiosos artistas Eduardo Naranjo, Alejandro Aguilar Soria, Paula Varona y Ricardo Sanz. Mª Dolores Chamero Moyano, Directora del Centro Cultural Casa de Vacas y Tomás Paredes, decano de los Críticos de Arte de España cerraba esta lista.

La ganadora, Ana Westley, explicó sobre su vocación artística que “desde niña, me interesó la expresión de sentimientos y pensamientos a través del arte. Mi madre y abuela también pintaban y de adolescente en la universidad vendía cuadros para pagarme algunos gastos. Sin embargo, mi otra vocación, el periodismo, absorbió muchos años, más bien décadas, de mi vida adulta profesional. He sido corresponsal de TheNew York Times y de The Wall Street Journal, entre otros diarios y revistas en lengua inglesa. Pero la pintura siempre fue mi pasión y continué haciendo cuadros para mi familia y amigos y hasta me las arreglaba para exponer de vez en cuando. Al cabo de los años dejé el ejercicio activo del periodismo y por fin pude dedicarme plenamente a la pintura”.