El lunes el Consejo de ministros dio luz verde al anteproyecto de ley que modifica la legislación actual del Patrimonio Histórico Español y la de Patrimonio Cultural Inmaterial. Sin duda, pese a las diferentes políticas que establece destaca que a partir de ahora el cine o las industrias también podrán ser patrimonio histórico.
El título de patrimonio histórico es el que se atribuye a aquellos bienes materiales e inmateriales que son importantes para la cultura y para la sociedad. En consecuencia, se pretende que se conserven con la mayor calidad posible por ser parte de toda una cultura. En este sentido, España el es tercer país, según la UNESCO, con más lugares declarados como patrimonio histórico. Un puesto que alcanza tras tener 44 lugares con este título. Solo supera a España, Italia con 49 lugares y China con 45 sitios con dicho título.
El cine y las industrias
Por otro lado, la modificación de la Ley en cuando al cine responde a que este el un aspecto que influye en todos los ámbitos de la vida. Todas las acciones o muchos de los hábitos cotidianos que se realizan es porque salen en las películas. Es por ello por lo que muchos films ahora podrán entrar en el exclusivo club de los bienes de patrimonio histórico. Como parte de una nueva categoría que ha adquirido relevancia, conocido como el patrimonio antropológico.
En cuanto al patrimonio Industrial, la medida responde a la necesidad de valorar mejor en Patrimonio Inmaterial. Muchos paisajes en los que se han acumulado industrias que llevan ahí instaladas siglos forman parte de la cultura de España. Así, a partir de ahora muchos sectores industriales históricos, principalmente acumulados en País Vasco y Cataluña podrán gozar de ser Patrimonio Histórico.
Historia bajo el agua
Sin embargo, el cine y los paisajes industriales no están solo en este anteproyecto. Es así, que los bienes culturales subacuáticos también podrán optar al título, pues son parte del patrimonio antropológico. Por lo que ahora, toda la arqueología submarina que se realice en España debe de ser supervisada por el Ministerio de Cultura y Deporte.
Así, desde el Gobierno de España explican que se persiguen tres objetivos incluyendo estos bienes como parte del Patrimonio Histórico de España: garantizar su conservación, ajustar las condiciones de expropiación y asegurar el papel del Estado en la manipulación y trabajo de estos bienes culturales.