Barcelona, 17 jul (EFE).- La música de Joan Manuel Serrat y Jaume Sisa, junto al recuerdo a sus inmortales personajes, han sido el telón de fondo del último adiós al dibujante e historietista Francisco Ibáñez, en una ceremonia que ha tenido lugar este lunes en el tanatorio barcelonés de Sancho de Ávila.
El ministro de Cultura, Miquel Iceta, ha encabezado la presencia de autoridades ante unas doscientas personas que han querido rendir un último homenaje al ‘padre’ de Mortadelo y Filemón.
Además de familiares y amigos, entre los asistentes estaban algunos de sus editores a lo largo de los 65 años en los que Ibáñez ejerció su profesión, como Núria Cabutí, Manuel de Cos o Blanca Rosa Roca.
En la misa, el sacerdote, con un marcado acento brasileño, ha recordado a Ibáñez como «un hombre de una alegría desbordante» y «siempre con buen humor, que plasmó en las historias de Mortadelo y Filemón, el Botones Sacarino o Rompetechos, personajes que forman parte del imaginario colectivo de los españoles».
La ceremonia ha comenzado con los versos de «Aquellas pequeñas cosas» de Serrat y ha concluido con un vídeo lleno de retazos fotográficos en familia, firmando libros mientras sonaba «Qualsevol nit pot sortir el sol», en la que Sisa evoca a personajes del cómic de la generación Ibáñez como Jaimito, doña Urraca, Carpanta, Astérix y Obélix, Roberto Alcazar y Pedrín, la familia Ulises, el Capitán Trueno, y Mortadelo y Filemón.
Hasta el tanatorio han querido acercarse dos hermanas, Valeria y Martina, de 10 y 7 años, que han querido rendir homenaje al historietista con un dibujo que ellas mismas habían hecho con sus personajes favoritos, los agentes de la T.I.A., que sus padres, dos superfans del cómic, les han leído desde muy pequeñas antes de dormir.
Eso mismo ha recordado en una emocionada intervención Guillem, nieto de Ibáñez: «Siempre recordaré cómo nos leías cómics de Mortadelo y Filemón, tu inconfundible tos, y cómo renegabas por la cantidad de pastillas que tenías que tomar en los últimos tiempos».
El ministro de Cultura, Miquel Iceta, ha indicado tras concluir la ceremonia: «Hoy la cultura española llora por alguien que nos hizo reír y leer a generaciones y generaciones de niños, adolescentes, jóvenes y mayores, y su obra quedará para siempre».
Ha recordado el ministro que «gente como él han hecho que hoy el mundo y la industria del cómic tengan la fuerza y vitalidad que tienen en España», y ha concluido su breve intervención diciendo que Ibáñez «ha iluminado nuestras vidas desde la ternura, desde la crítica y supongo que estará en una nueva 13, Rue del Percebe viéndonos a todos desde donde sea».
La directora de la división Infantil, Juvenil y Cómic del grupo Penguin Random House, Gemma Xiol, ha remarcado que Ibáñez «ha sido un genio del mundo del arte que ha tenido una gran influencia en sucesivas generaciones de historietistas, ilustradores y en la cultura en general».
Tras recordar que el propio dibujante «siempre dijo que la muerte le cogería trabajando, y así ha sido», ha recordado que «después de entregar recientemente un álbum ya estaba trabajando en el siguiente para Magos del Humor».
La exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha dicho en declaraciones a la prensa que «Ibáñez era «una persona muy querida por todos, que respiraba humanidad por todos los poros de su piel; y gracias a él, en gran parte, Barcelona se puede reivindicar como capital mundial del cómic».
Colau ha apuntado que «por suerte pudimos reconocerle a tiempo y comunicarle personalmente la entrega de la Medalla de la Ciudad que finalmente no se pudo hacer efectiva por que había vivido momentos muy duros después de perder a su hija».
Pero él mismo confirmó a la entonces alcaldesa que «le hacía muchísima ilusión, lo mismo que cuando se inauguró la Biblioteca Gabriel García Márquez, en la que una sección está destinada a su obra, en su propio barrio».
Jose Oliva