«La señora Harris», una Cenicienta madura que sueña con Dior

Inmaculada Tapia

Madrid, 8 dic (EFE).- Con un hilo muy fino, la película «El viaje a París de la Sra. Harris» hilvana la historia de la alta costura, con Dior como máximo exponente, un momento en el que las grandes firmas de moda de lujo se diversifican para pasar a ser un objeto de deseo alcanzable para todas las mujeres.

La alta costura, la llegada del prêt-à-porter y con él la apertura de las grandes firmas a diversificar el negocio con perfumes, medias y accesorios; la diferencia entre clases sociales, la amistad y las reivindicaciones laborales forman de un apetecible cóctel en «El viaje a París de la Sra Harris», que se estrena el 9 de diciembre.

Un relato aparentemente banal que, con ligeras pinceladas, se adentra en la historia de la moda y la sociedad tras la II Guerra Mundial.

Años en los que la alta costura, como la diseñada por Christian Dior, permitió regresar a un mundo de ilusión, a pesar de que a sus creaciones solo podía acceder la alta sociedad y las economías más saneadas, no exentas de postureo, donde las apariencias lo eran todo.

En ese París elitista, aparece la Sra. Harris (Lesley Manville), una mujer británica, que se gana la vida limpiando casas. Precisamente, es en la de una de sus clientas donde queda fascinada al ver un maravilloso vestido de Dior.

Pese a su origen humilde, ahorra para viajar a la ciudad de la luz con la intención de comprar uno, con la idea de que le resultará tan fácil como cuando lo hace en un gran almacén.

Lesley Manville, nominada al Óscar y al Bafta en 2018 por su papel en «El hilo invisible», da vida a una mujer decidida, perseverante, dulce y optimista, que sueña con un vestido de Dior, un viaje que cambia su vida y la de los que la ayudan a hacer realidad su sueño.

«Somos como un cuento de hadas, pero no es real», llega a decir una empleada de la firma en la película.

A partir de ahí, los acontecimientos descubren una realidad sobre el mundo de la moda en la que ni los reputados clientes tienen sus cuentas corrientes tan llenas como fingen, ni la moda es ese mundo de fantasía que traslada de puertas afuera.

La película, de manera sutil, pone de manifiesto el engranaje de una industria en la que detrás de una cara bonita también puede haber mucho intelecto.

Natasha (Alba Baptista) una de las modelos del momento tiene más inquietudes que desfilar en para uno de los creadores destacados del momento, y durante las largas esperas en los salones de la firma lee al filósofo Jean-Paul Sartre, un aliciente en su vida.

La película, dirigida por Anthony Fabian, está protagonizada por Isabelle Huppert, Jason Isaacs, Ellen Thomas, Alba Baptista y Lucas Bravo, entre otros, y está basada en la novela «Mrs Harris goes to Paris» (1958) de Paul Gallico, dedicada a las mujeres de la limpieza británica.

La recreación de la Casa Dior de 1957, que continúa teniendo en el número 30 de la Avenida Montaigne su cuartel general, mantiene su esencia pues la casa de costura cedió los planos del interior e incluso prestó parte del mobiliario y de los accesorios.

Jenny Beavan, ganadora de tres Óscar («Cruella», «Mad Max: Furia en la carretera», «Una habitación con vistas»), ha sido la encargada de crear el vestuario a partir de las propuestas que Dior exhibió en diferentes colecciones. «New Look» ha sido una de ellas, en la que se incluía el traje «Bar», enseña de la firma que redefinió la alta costura.

Los dos vestidos por los que la Sra. Harris siente predilección son «Tentación» y «Venus». Para el primero Beavan se basó en el «Diablotine», un traje de noche rojo que Dior diseñó para la primera supermodelo del mundo, Victoire Doutreleau.

El segundo es un vestido largo verde sin tirantes decorado con un amplio volante asimétrico inspirado en parte en un vestido llamado «Miss Dior», que el creador presentó en su colección de 1949-50.

Una época que supuso la recuperación del lujo, en la que el modisto vistió a la princesa Margarita de Inglaterra, Evita Perón, Ava Gardner, Marlene Dietrich o Rita Hayworth.