Fráncfort (Alemania), 18 nov (EFE).- La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Chiristine Lagarde, considera improbable que una recesión vaya a reducir mucho la inflación y aseguró que subirán los tipos de interés según las perspectivas para los precios.
Lagarde dijo este viernes en un discurso en el 32 Congreso de Banca Europea en la Alte Oper de Fráncfort que el BCE subirá los tipos de interés a niveles que reduzcan a tiempo la inflación hasta el 2 % a medio plazo.
Las perspectivas de inflación determinarán hasta dónde y con qué rapidez el BCE sube los tipos de interés, según su presidenta.
El BCE prevé que «la inflación seguirá elevada durante un periodo de tiempo prolongado» y que el riesgo de recesión ha aumentado pese a que las últimas cifras del crecimiento del producto interior bruto (PIP) han sido mejores de lo esperado, según su presidenta.
Lagarde también dijo que los tipos de interés son y serán la principal herramienta para ajustar la política monetaria, pero que también necesitan normalizar otras herramientas de política monetaria y por ello en diciembre el BCE decidirá cómo reducir sus tenencias de bonos del primer programa de compra de deuda.
El BCE seguirá reinvirtiendo con flexibilidad los bonos que venzan de la cartera de deuda adquirida por la pandemia y también dispone del nuevo instrumento para evitar que se disparen las primas de riesgo de un país.
Además, el BCE ha modificado las condiciones de las operaciones de liquidez a tres años para que los bancos le devuelvan el dinero que les prestó a tres años muy barato, incluso, compensado con tipos de interés negativos.
Los bancos comerciales de la zona del euro van a devolver anticipadamente al BCE casi 300.000 millones de euros el 23 de noviembre.
La cantidad ha sido mucho más baja de lo previsto por los mercados, pero se ha situado dentro de las expectativas del BCE, que considera que los bancos necesitan más tiempo para valorar la nueva situación y prevé que le devolverán más dinero en diciembre.
Lagarde hizo hincapié en la necesidad de dirigir las inversiones hacia la transición energética y digital.
LA POLÍTICA PRESUPUESTARIA DEBE SER TEMPORAL
«En el entorno actual de elevada inflación, la política presupuestaria necesita ser temporal, orientada y a medida», apostilló Lagarde.
Temporal para no impulsar la demanda demasiado a medio plazo; orientada para que el impulso presupuestario sea limitado y beneficie a los que más lo necesitan y a medida para que no debilite los incentivos para reducir la demanda de energía.
Lagarde criticó que se mantienen restricciones al crecimiento económico y que otras áreas políticas deben actuar.
«Eliminar estas restricciones no sólo reconstruirá la oferta que se ha dañado en los últimos impactos, sino fortalecerá con el tiempo la demanda interna en un mundo donde la demanda externa se vuelve menos predecible», según Lagarde.
LOS GOBIERNOS NO DEBERÍAN REDUCIR LA INVERSIÓN PÚBLICA COMO EN LA CRISIS FINANCIERA
Los gobiernos de la zona del euro no deben reducir la inversión pública, como hicieron durante la crisis financiera, porque la oferta podría no recuperarse y se podrían mantener las restricciones al crecimiento.
«Cuando llegue el momento de que los gobiernos nacionales consoliden sus políticas presupuestarias, será diferente si lo hacen reduciendo transferencias y el consumo público y aumentando impuestos o recortando la inversión pública. Si optan por el último método, como hicieron en la gran crisis financiera, hay un riesgo de que la oferta no se recupere y las restricciones al crecimiento se mantengan», dijo Lagarde.
El sector público necesitará financiar entre un 25 y un 20 % de la inversión por el clima, según Lagarde.
Las necesidades de inversión relacionadas con el clima son de medio billón de euros anuales hasta 2030, según cálculos de la Comisión Europea (CE).
«Necesitamos aumentar urgentemente la inversión en energía limpia para contrarrestar una inversión más baja en combustibles fósiles y la caída del suministro ruso», añadió.
Se trata, en su opinión, de desarrollar nuevas tecnologías que ayuden a solucionar problemas de la renovables como la intermitencia y el almacenaje.
También es necesario a corto plazo, según Lagarde, «reformar los mercados de energía de Europa» para evitar la volatilidad recurrente en los precios de la energía mientras se reduce la dependencia del gas ruso.