Las emisiones de CO2 de aviones en la UE crecieron un 34 % entre 2005 y 2019

Aviones permanecen en pista en un aeropuerto internacional, en una imagen de archivo. EFE/Wu Hong

Bruselas, 21 sep (EFE).- Las emisiones de CO2 de los aviones que despegaron desde la Unión Europea aumentaron un 34 % entre 2005 y 2019, y aunque cayeron drásticamente en 2020 y 2021 por las restricciones ligadas a la pandemia de covid, crecerán un 27,8 % para 2050 agravando el calentamiento climático si no se toman medidas.

Así lo refleja el Informe Medioambiental de la Aviación Europea 2022 de la Agencia Europea de la Seguridad Aérea (EASA) presentado hoy por la Comisión Europea, la tercera edición de un exhaustivo estudio trianual sobre el impacto medioambiental de un sector responsable de en torno al 3,8 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero en 2017.

«Las tendencias a largo plazo muestran que la UE auspiciará 12,2 millones de vuelos anuales en 2050, con las emisiones de CO2 potencialmente incrementándose hasta 188 millones de toneladas (frente a 147 millones de toneladas de 2019), salvo que la protección del medioambiente se generalice en el sector», apunta EASA.

No obstante, existe un escenario virtuoso en el que se podrían reducir las emisiones en un 69 % para 2050, horizonte en el que la UE se ha comprometido por ley a alcanzar la neutralidad climática, es decir, a emitir sólo el CO2 que sea capaz de absorber en su territorio.

«El sector de la aviación ha dado algunos pasos para ocuparse de sus impactos en el medioambiente y el clima, pero las proyecciones de crecimiento requieren acciones más amplias y decisivas», apunta EASA en un momento en el que se están negociando algunas normativas clave para descarbonizar el sector aéreo, como el paquete de medidas Refuel EU.

La aviación ha ganado en eficiencia energética en los últimos años, lo que ha permitido que emisiones medias de dióxido de carbono por pasajero se redujeron un 2,3 % anual desde 2005 hasta alcanzar los 89 gramos en 2019.

Además, entre 2005 y 2019, los vuelos desde la UE aumentaron «sólo» un 15 %, pero tanto la reducción de emisiones por pasajero como el moderado aumento de vuelos queda diluido por el incremento del 90 % de las distancias recorridas.

Una de las grandes apuestas para hacer al sector sostenible son los Combustibles Sostenibles para la Aviación (SAF, por sus siglas en inglés), obtenidos, por ejemplo, del aceite de cocina reducido y con mucho menor impacto climático que el queroseno.

Actualmente, el SAF representa menos del 0,05 % del combustible de los aviones, en parte porque apenas hay producción y porque es al menos cinco veces más caro que los hidrocarburos tradicionales.

Sin embargo, la legislación que se negocia actualmente en Bruselas, que se espera pueda transformarse en ley el próximo año, pretende obligar a que los aviones lleven un 2 % de SAF en sus depósitos en 2025 y que esa proporción aumente hasta el 63 % en 2050.

Los técnicos comunitarios dicen tener «bastante confianza en que las cantidades propuestas se pueden alcanzar» siempre que haya inversiones del sector energético, que esperan lleguen una vez exista un marco jurídico después de que se apruebe la normativa.

«Será mas claro que el queroseno y para que se utilice hay que crear demanda», explican fuentes europeas, que subrayan que hay «gran consenso en que esos combustibles van a ser el futuro de la descarbonización».

RUIDO Y POLUCIÓN DEL AIRE

En 2019, un total de 3,2 millones de personas estuvieron expuestos a más de 55 decibelios de ruido y más de 1,3 millones de personas a más de 50 momentos diarios que superaron los 70 decibelios, indica el estudio.

Esto supone un incremento del 30 y del 71 % respectivamente, si bien en 2021 la UE se fijó el objetivo de rebajar la contaminación acústica relacionada con el transporte en un 30 % respecto a 2017 y a reducir un 55 % las muertes prematuras causadas por la polución del aire.

EASA confía en que la gradual renovación de la flota de aviones podría llevar a una «reducción total de la exposición al ruido en los aeropuertos europeos en los próximos 20 años», tendencia que habrá que acompañar con controles más «robustos» para comprobar que se cumplen los objetivos políticos de reducción de ruido.

CRISIS ENERGÉTICA

Aunque el informe no analiza el impacto de la actual crisis energética en la aviación, muchas compañías aéreas se benefician aún de «precios viejos» contratados a largo plazo antes de la crisis y los técnicos de EASA esperan que el precio de los billetes aumente a medida que venzan esos contratos.