La Comunidad de Madrid no asume medidas más drásticas, como cerrar al completo la capital como reclama el Ministerio de Sanidad, porque está a la espera de conocer los resultados del confinamiento perimetral de 37 zonas desde el pasado lunes y cuestiona el uso de la incidencia acumulada como el único indicador para adoptar limitaciones.
El viceconsejero de Salud Pública y Plan COVID-19, Antonio Zapatero, ha asegurado este viernes en rueda de prensa que en los últimos cuatro días “no ha pasado nada” que obligue a endurecer aún más las restricciones, tras anunciar que ocho nuevas zonas básicas de salud se unen a las 37 que ya tienen su movilidad restringida, con vecinos que solo pueden salir para acudir al trabajo, al médico o a centros educativos, entre otros motivos.
En la reunión del Grupo COVID-19 mantenida este jueves el Ministerio de Sanidad les recomendó ampliar las restricciones a toda la ciudad de Madrid y a los municipios con una incidencia de más de 500 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, como ha anunciado el ministro Salvador Illa en una rueda de prensa celebrada de forma simultánea a la de Madrid y que la Comunidad desconocía.
En el encuentro de la víspera, Madrid explicó por qué quería mantener su “correlato”. Colaboración no es imposición, ha señalado Zapatero.
La Comunidad de Madrid considera que, además de tener en cuenta la incidencia acumulada, es necesario medir la capacidad sanitaria en cada momento, ya que el virus no se comporta ahora como en marzo y entonces se detectaba el 20 % de los contagios mientras que ahora el diagnóstico alcanza el 85 % de los casos, según el viceconsejero.
Fuente: © EFE 2020.