Madrid, 8 jun (EFE).- El Colegio Oficial de Enfermería de Madrid está analizando jurídicamente el protocolo de actuación ante la ausencia de médico de familia en un centro de salud, elaborado por la Consejería de Sanidad, que deja en manos de las enfermeras la toma de decisiones para atender las distintas necesidades de la población, en función de su nivel de urgencia.

El documento recoge que los profesionales de Enfermería de Familia y Comunidad están capacitados para el liderazgo clínico-asistencial de los centros de salud, aunque existen competencias exclusivas de otros profesionales y, especialmente, limitaciones legislativas que hacen que se precisen de los diferentes roles de un equipo de salud.

En declaraciones a Efe, la portavoz del Colegio Oficial de Enfermería de Madrid, Mar Rocha, explica que están estudiando desde el punto de vista legal las situaciones a las que podrían enfrentarse las enfermeras fuera de su ámbito de actuación, en el triaje de enfermos que acudan a la Atención Primaria con diferentes problemas de salud, sin un respaldo jurídico.

Ante las «ausencias puntuales» de médicos en los centros de salud, ya el pasado mes de marzo, el Colegio de Enfermería envió un escrito a la Gerencia de Atención Primaria alertando que «las enfermeras no pueden asumir otras competencias que vayan más allá de sus funciones», y reclamando una serie de protocolos que amparasen la actuación de las enfermeras, que están capacitadas para valorar los problemas de salud de las personas, pero no pueden emitir diagnósticos médicos.

Rocha señala que estos protocolos les permitirían trabajar con respaldo jurídico en aquellas situaciones que no se identifiquen de manera clara, como por ejemplo el caso de un paciente con dolor de estómago que pudiese derivar en un infarto y que no haya sido convenientemente valorado por un médico para emitir ese diagnóstico.

«Las enfermeras tenemos un papel protagonista en Atención Primaria, pero en el ámbito de nuestras competencias en todo lo relacionado con el cuidado, la promoción y la prevención de la salud, a todos los ciudadanos y en todas las edades», afirma Rocha, quien reclama herramientas que les permitan desarrollar su actividad con seguridad jurídica.

Además, indica Rocha, «si se nos va a cargar de más trabajo, desde el Colegio, consideramos que la plantilla de enfermeras en los centros de salud es escasa y debería aumentarse, con la implantación de las enfermeras especialistas en Familiar y Comunitaria en este ámbito, con la prescripción firmante, con los protocolos de actuación y con un marco jurídico actualizado a las competencias reales con modificación de la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias y con una reclasificación profesional al grupo A1».

Asimismo, demanda a la Consejería un Plan de Atención Primaria que respalde a las enfermeras en su actuación, que se desarrollen sus competencias con esas herramientas para ejercerlas con seguridad y que se reorienten todos los motivos de consulta que pueden ser atendidos de forma autónoma por las enfermeras.

«No queremos invadir el campo competencial de la Medicina, ni realizar diagnósticos médicos, pero sí apoyamos otras actividades que pueden desarrollar las enfermeras y que tienen un respaldo jurídico como la prescripción», apunta Rocha, quien subraya que es increíble que no esté implantada en Atención Primaria la enfermera especialista de Familiar y Comunitaria.

Por su parte, la portavoz de la Asociación Madrileña de Enfermería (AME), Alda Recas, asegura que no le sorprende el protocolo de la Consejería de Sanidad ante la falta de médicos durante el verano, al tiempo que lamenta la falta de planificación de la Comunidad de Madrid, así como el «maltrato» y la «huida» de estos profesionales sanitarios a otras regiones y otros países.

«No es nuevo» que la enfermera lidere los cuidados, puesto que esto ya sucede en muchas comunidades autónomas y muchos países, añade Recas, quien desde la AME apuesta por desarrollar las competencias enfermeras en Atención Primaria, pero «no porque faltan médicos».

«Queremos que cambien las leyes para permitir el desarrollo completo de las competencias enfermeras sin la menor duda desde el punto de vista jurídico», plantea Recas.