El 20 de noviembre arrancó el Mundial de Catar con la inteligencia artificial como aliada. Ya en el partido inaugural pudo verse su funcionamiento

El fútbol se nutre cada vez más de las tecnológicas emergentes. En el Mundial de 2018 en Rusia, se introdujo el uso de la videoasistencia en el arbitraje (VAR). Tras esta novedad, el próximo Mundial de Catar no se quedará atrás. Incorporarán el fuera de juego semiautomático (SAOT), con el fin de conseguir decisiones arbitrales más certeras.

El fuera de juego semiautomático cuenta con una tecnología llamada ‘lim-tracking’, la cual crea representaciones tridimensionales de los futbolistas. Además, estará compuesto por un sistema de 12 cámaras instaladas en la cubierta del estadio. Todo ello con el fin de detectar la posición de los jugadores en caso de posible fuera de juego.

Así, se podrá monitorizar a cada futbolista sobre el terreno de juego, con el fin de analizar jugadas. Además, los ángulos de las cámaras permitirán sobrevolar el terreno a vista de pájaro.

Por tanto, el objetivo es poder controlar con mayor precisión la posición de los jugadores y del balón, para ver si un jugador está en posición de fuera de juego en el momento del pase. La información llegará a la sala VAR y se informará al árbitro principal, el cual tomará la decisión final.

Esto no quiere decir que se acabe con la polémica de los fuera de juego, pues un adversario puede poner el balón en juego de manera intencional. Esto ya ocurrió el pasado año durante el controvertido gol de Kylian Mbappé en la victoria de Francia contra España durante la final de la Liga de Naciones. No obstante, lo que sí está claro es que el seguimiento de los movimientos de los jugadores será más exhaustivo.