Madrid, 15 feb (EFE).- Pablo Barrios, centrocampista del Atlético de Madrid, sufrió este sábado contra el Celta su segunda expulsión con roja directa en los últimos cinco partidos, tras la ocurrida el pasado 21 de enero ante el Bayer Leverkusen en la Liga de Campeones.
Minuto 4 y 15 segundos. Pablo Barrios controla el balón con el pecho, se gira, divide el balón, entra al suelo en la pugna con Pablo Durán, la inercia de su entrada, con la pierna derecha demasiado elevada, impacta con la tibia del delantero del Celta justo en la línea de medio campo.
El árbitro, Martínez Munuera, lo sanciona a primera vista con tarjeta amarilla.
Llamado por el VAR, con Cordero Vega en la sala a tales efectos de la Ciudad del Fútbol de la localidad madrileña de Las Rozas, el colegiado va al monitor a pie de campo a la revisión. Pablo Barrios aguarda, intranquilo, expectante, la determinación final: anula la amarilla, lo enseña la roja, él toma el camino del vestuario sin consuelo, con un leve gesto de negación.
Diego Simeone, unos metros más allá, en su zona del banquillo, se lamenta. Tan sólo van cinco minutos, seis cuando el árbitro rectifica la amonestación, con 0-0 contra el conjunto celeste, en el Metropolitano, terminado apenas un cuarto de hora antes el empate a uno del Real Madrid contra Osasuna en El Sadar, que abría la vía del liderato para el Atlético en el caso de haber logrado el triunfo. El resultado final fue 1-1.
Hace menos de un mes, el pasado 21 de enero, contra el Bayer Leverkusen en la Liga de Campeones, en un encuentro crucial, Barrios también fue expulsado en una acción similar, entonces sobre Nordin Mukiele. Como este sábado, el árbitro, entonces el italiano Davide Massa, entendió como amarilla la jugada, la revisó y decidió la roja. Era el minuto 25.
