Roma, 13 dic (EFE).- El Parque Arqueológico del Coliseo inauguró este viernes un nuevo acceso a la ‘Domus Aurea’, uno de los complejos más monumentales de la antigua Roma que fue el palacio de Nerón, y reabrió el sector occidental de este espacio que fue expresión del poder de este emperador tras el incendio de la ciudad, el 64 d.C.
La apertura de estas áreas se hizo tras años de obras para mejorar la accesibilidad y seguridad, así como restauraciones que permiten ampliar ahora el recorrido de visita al público.
Esto aporta «una visión más atractiva y emocionante» del monumento, «uno de los más icónicos y fascinantes de la antigüedad», dijo en el acto de apertura la directora del Parque Arqueológico del Coliseo, Alfonsina Russo.
Como parte de las reformas, ahora se pueda ingresar al monumento -cerca del Coliseo pero una infraestructura independiente a este- a través del llamado ‘Pórtico Neroniano’, que recorre la fachada del antiguo palacio, recientemente resaltado gracias a las excavaciones.
Para dar un elemento añadido a las novedades, el famoso Museo de los Uffizi de Florencia cedió temporalmente la escultura ‘Ninfa con Pantera’, hecha entre el siglo I y II d.C., que estará expuesta en esta nueva entrada de la ‘Domus Aurea’ hasta el 9 de febrero.
Esta escultura, de autor desconocido, que destaca por su mármol griego y la refinada técnica en la que se hizo, evoca la conexión de Nerón con el mundo tolemaico-alejandrino del antiguo Egipto, con el cual se cree que se inspiró para concebir la ‘Domus Aurea’, donde se solían hacer eventos o celebrar fiestas, más bien en verano.
En su momento, el palacio se estructuró como «una ciudad dentro de la ciudad», se inspiró en un modelo de la antigua Alejandría -uno de los epicentros del mundo ptolemaico- y llegó a tener 300 salas en un espacio que se extendía unas 80 hectáreas, dice Martina Beneduce, una de las encargadas de acoger al público en el parque arqueológico.
Por lo que respecta al sector occidental del palacio, al que ahora se tiene acceso tras reformas que empezaron en 2024, se ven varias salas donde destacan los frescos en sus paredes y techos abovedados. A ello se incluye una iluminación ligera entre pasillos oscuros en los que resaltan restos de pinturas elaboradas y una fuerte humedad.
Según la arqueóloga Cecilia De Leone, el trabajo de renovación del sector occidental incluyó la restauración de frescos y decoraciones -un proceso aún no acabado- como la instalación de capas impermeables para prevenir infiltraciones de agua desde la parte superior, ya que de hecho se perciben las gotas que caen desde el techo.
En su época, la oscuridad no era propia de la Domus Àurea: «Fue construida con aperturas y espacios de luz» entre sus amplias salas, otro elemento que resaltaba el arte y ostentación de su interior.
Sin embargo, tras la caída de Nerón -muerto el 68 d.C.- y de la dinastía Julio-Claudia, los emperadores que le sucedieron intentaron también asentar su legado con otros grandes monumentos. A inicios de siglo II d.C., el emperador Trajano construyó sus baños termales encima de la Domus Aurea, que quedó completamente cubierta.
«Ahora lo vemos todo oscuro porque Trajano la enterró. Cerró todas sus aperturas de la parte superior para construir sus termas y llenó los espacios de tierra» para reforzar los fundamentos de su nueva construcción, dice De Leone. «Como ya estaban presentes las termas de Nerón, optó por no destruirlas, sino usarlas como cimientos», agrega.
Ante ello, la Domus Aurea quedó en el olvido por más de mil años, y no fue hasta finales del siglo XV que el espacio se descubrió.
Tras esto, fue fuente de inspiración para pintores de la Roma de la época: «Desde entonces, artistas como Pinturicchio o Ghirlandaio comenzaron a bajar aquí a copiar las pinturas y decoraciones que veían», explica De Leone, entre el interior de un monumento que Roma busca revalorizar aún más para resaltar su rico legado histórico.