
El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ha expresado firmemente su oposición a la idea de fusionar y unificar los sistemas de gestión del agua en toda la provincia, una iniciativa presentada recientemente por el presidente de la Diputación, Javier Fernández
Sanz no sólo se ha mostrado escéptico ante la viabilidad y necesidad de tal unificación, sino que también ha lanzado críticas políticas. Según él, la aparición de esta propuesta está estrechamente vinculada a las tácticas del PSOE, y ha alegado que el partido la trae a colación «cada vez que pierden el control de EMASESA«, la empresa metropolitana de agua que sirve a la capital sevillana.
Por otro lado, el alcalde destacó la eficiencia y coordinación con la que operan actualmente Emasesa y Aljarafesa, sugiriendo que no hay necesidad de alterar un sistema que ya funciona bien. Además, Sanz ha puesto en cuestión los aspectos financieros de la fusión propuesta, preguntando quién asumiría los costes económicos asociados.
Mientras tanto, la Diputación, a través de su propuesta, busca no sólo la unificación, sino también incentivar a los municipios que todavía dependen de «aguas subterráneas» o pozos, para que se unan a sistemas de abastecimiento más modernos y eficientes en la provincia. Esta es una respuesta a los desafíos de suministro que se han intensificado debido a periodos de sequía. Sin embargo, con la resistencia de Sevilla y las preocupaciones expresadas por su alcalde, la realización de esta propuesta unificada parece incierta.