El partido local de Leganés, ULEG, ha mantenido una reunión con los vecinos de la calle Griñón del barrio de Arroyoculebro afectados desde hace más de una década «por la construcción y posterior abandono de una nave industrial en una parcela colindante a sus viviendas».
Denuncian que «al amparo de una licencia municipal concedida en el año 2008» se iniciaron unas obras de un edificio que albergaría locales comerciales del barrio y que posteriormente fueron paralizadas por el propio Ayuntamiento de Leganés «por construir a una altura mayor de la autorizada». Desde entonces, se abandonó y comenzaron a ir por los juzgados y administraciones, sin obtener la respuesta de derribarlo.
Asimismo, en un informe de la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid de julio del 2011 se informa de que «al incumplimiento de sobrepasar la altura máxima de la edificación se uniría que tampoco cumplía con lo recogido en la normativa vigente en el momento de la concesión de la misma, al autorizarse el adosamiento de este edificio por la parte posterior con las parcelas colindantes sin guardar los 3 metros Fijados por las Ordenanzas del correspondiente Plan Parcial».
En Unión por Leganés- ULEG afirman haber comprobado que posteriormente se solicitaron nuevas licencias para realizar las obras por parte de la empresa Metreón S.L para adaptarse a las normas de retranqueo pero «realmente nunca se llevaron a cabo dichas modificaciones en el edificio».
Desde el partido vecinal recuerdan que hace años son «innumerables» las quejas que se tienen de esta parcela por muchos ciudadanos del barrio. Así, el verano pasado se llegó a ocupar la nave y hubo una serie de altercados con intervención policial en reiteradas ocasiones.
«La realidad es que el estado de abandono es evidente» denuncia ULEG . «Su situación actual no cumple con las condiciones mínimas de seguridad ni de salubridad: cualquier persona puede acceder al interior de la nave porque carece de vallado, hay un andamio de obra que llega hasta el tejado, existen varios pozos de alcantarillado sin tapar (algunos con una profundidad de casi 2 metros), registros para cableado descubiertos siendo además una zona de paso a uno de los centros educativos del barrio y una de las calles más transitadas de la zona».