Hace un siglo desde que solo las obras de Emilia Pardo Bazán acompañan la Historia. La prestigiosa escritora moría un 12 de mayo en Madrid tras toda una vida narrando novelas y escribiendo ensayos.
La novelista, ensayista, periodista, dramaturga y traductora, entre otras muchas profesiones, fue sin duda una abanderada de los derechos de las mujeres. Una reivindicación difícil de defender para Emilia Pardo Bazán en la España contemporánea de finales del siglo XIX.
Entre sus hazañas y su defensa de los derechos de la mujer destacó por la creación de la revista Nuevo Teatro Crítico. Una publicación seriada que completó y dirigió ella sola y que cuenta con ediciones de grandes protagonistas de la literatura del siglo XIX y XX. Es el caso, de ediciones como La esclavitud femenina de John Stuart Mill.
En el conjunto de sus obras acercó a la sociedad los problemas sobre la modernización que España necesitaba. Incluía entre sus palabras mensajes sobre la necesidad de la educación femenina y el acceso a las mujeres de todos los derechos de los cuales los hombres gozaban. Un reflejo de estos derechos era el voto electoral. Emilia Pardo Bazán murió en 1921 y fue diez años más tarde cuando las mujeres votaron por primera vez en España.
“La educación de la mujer no puede llamarse tal educación, sino doma, pues se propone por fin la obediencia, la pasividad y la sumisión” Emilia Pardo Bazán.
En 1882, su experiencia tras viajar por toda Europa la llevó a participar en el congreso de la Institución de Libre Enseñanza en la Universidad Central de Madrid, donde criticó con firmeza el intervencionismo en los contenidos educativos.
Un reflejo social
No solo destacó por ser una abanderada de los derechos y libertades femeninos. Pardo Bazán era una innovadora en su materia. En 1890, la escritora creó la revista Nuevo Teatro Crítico. De nuevo, un proyecto unipersonal financiado y dirigido por ella misma.
En esta revista, se acumulan los ensayos que reflejaban la vida política, social e intelectual de la década de 1890. Años difíciles para España y su sociedad, pues esta nación vivió un contexto difícil en estos años, pues tuvo que ver como los residuos de su imperio colonial desaparecían. Un hecho que reflejó la literatura de la generación del 98.
Otras obras complementan el éxito de la escritora. Es el caso de Por Francia y por Alemania de 1889 o de Por la España pintoresca del año 1895. Así, España ya no cuenta con el nivel de esta intelectual contemporánea, sin embargo, pese a que ha pasado un siglo de su fallecimiento, todavía se pueden disfrutar sus obras.