Hoy, sábado 15 de mayo, es el Día europeo de la obesidad infantil y el sobrepeso. Uno de los problemas más graves del siglo XXI, que afecta progresivamente a los países con medianos y bajos ingresos, sobre todo, en el medio urbano. Este día, más que una celebración es un toque de atención a los ciudadanos, para concienciar a la población sobre su impacto en la salud de las personas.

Las cifras de obesidad infantil crecen cada año que pasa. Es más, según la OMS, los casos de sobrepeso y obesidad en niños de entre 0 y 5 años aumentaron de 31 millones, en 1990, a 41 millones en 2016. En España, el 34% de la población de entre 3 y 24 años tiene sobrepeso y la cifra asciende si reducimos el intervalo a los niños entre 3 y 8 años, que se encuentran en cerca del 40%.El Estudio Nutricional de la Población Española (ENPE) de 2020 muestra que también, por sexos, la cifra varía. En el caso de los chicos de entre 3 y 24 años hay un 39,2% de niños con obesidad, mientras que las chicas no llegan al 29%.

Sin embargo, no es de extrañar que la alimentación, al final, también sea una cuestión política, pues la obesidad afecta al 23,3% de niños y niñas de familias con rentas bajas. Además de la parte emocional que supone, pues la obesidad puede afectar negativamente a la autoestima de los niños. Así lo avisa Healthy Children, una asociación de pediatras mundial respaldada por los padres. En una sociedad donde la delgadez es tan sumamente importante, «los estudios muestran que los niños incluso de solo 6 años pueden asociar estereotipos negativos con el exceso de peso y creer que un niño con sobrepeso es simplemente menos agradable».

Bien es cierto que hay niños con obesidad que no tienen problemas sociales ningunos, pero también cuentan que sí que hay niños con baja autoestima debido al problema, cosa que les hace rendir menos en la escuela o, como enuncian, «pueden ser los últimos elegidos al seleccionar los equipos en las clases de educación física».

La OMS también alerta de que los niños obesos tienden a seguir siéndolo durante la vida adulta y cuentan con más probabilidades de padecer enfermedades no transmisibles a edades más tempranas, como la diabetes y otras cardiovasculares. El sobrepeso, la obesidad y las enfermedades relacionadas son, como enuncia la Organización Mundial de la Salud, en gran medida prevenibles. Por lo que, si hay una lucha que entra en la agenda, es la prevención de la obesidad infantil.