Málaga, 21 nov (EFE).- La eliminatoria de cuartos de Copa Davis de este jueves entre Italia y Argentina contó con uno de los más grandes ambientes de la competición, con una gradas llenas en el pabellón José María Martín Carpena de Málaga,
En lo deportivo, la victoria se la llevaron los italiano por 2-1 en el global con Jannik Sinner como protagonista, al ganar su duelo individual ante Sebastián Báez y también el dobles junto a Matteo Berrettini.
Argentina soñó con algo más después de lograr el primer punto con un fantástico Francisco Cerúndolo, pero se despertó cuando así lo quiso el número uno del mundo, infalible a todos los niveles.
En el partido de las gradas, sin embargo, pudo haber empate técnico. Por número, miles de hinchas un lado y otro, mezclados con aficionados neutrales. Un paisaje típico en la copa del mundo de tenis.
Los hinchas argentinos, con sus clásicos cánticos y arengas con las manos, cantaban y celebraban al ritmo de canciones con referencias a Maradona y que suelen escucharse en el fútbol, una religión en el país.
“¡Vamos, vamos, Argentina, vamos, vamos, a ganar!”, coreaba la parroquia albiceleste, con muchas remeras de la selección de fútbol y alguna pancarta con Messi y Maradona presidiendo la imagen.
Muchos desde la propia Málaga, ciudad con una gran colonia argentina, y también procedentes de ciudades cercanas, desde Madrid o desde su país de origen. Al igual que los italianos, muchos afincados en la Costa del Sol, otros desde la tierra transalpina.
La legión transalpina también se hizo notar, incluso más. Y jugaban con la ventaja de tener una banda de charanga, con trompetas y bombos para elevar los decibelios en cada punto de Sinner, coreado a cada instante, al más puro estilo ‘tifosi’.
“¡Oé, oé, oé, oéee, Sinner, Sinner!”, el favorito junto al creciente grito de guerra, sílaba a sílaba: “¡I-TA-LIA, I-TA-LIA, I-TA-LIA!”. Banderas, camisetas azules y ánimos constantes a todos los pupilos de Filippo Volandri.
Argentina e Italia reunieron a dos aficiones numerosas y también ruidosas en un Carpena que lleno sus aproximadamente 10.600 asientos para estas finales de Copa Davis, que ya habían vivido una jornada de lleno con la despedida de Rafa Nadal en el España-Países Bajos.