Los voluntarios de las agrupaciones que han participado en ambos cursos provienen de localidades de las provincias de Ciudad Real, Guadalajara y Toledo
Un total de 41 voluntarios de diversas agrupaciones de Protección Civil, así como bomberos, policías locales y personal del Ministerio de Defensa, han participado en la formación organizada en la sede de la Escuela de Protección Ciudadana. La entidad está adscrita a la Consejería de Hacienda, Administraciones Públicas y Transformación Digital. Uno de los cursos se centró en el manejo de incendios en vegetación, mientras que el otro abordó técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP) y el correcto uso de desfibriladores automáticos (DEA). En ambas actividades, estuvo presente Emilio Puig, director general de Protección Ciudadana.
El curso sobre incendios en vegetación contó con la participación de 20 voluntarios de agrupaciones de Protección Civil de la provincia de Toledo. Durante ocho horas, los participantes adquirieron conocimientos y habilidades esenciales para respaldar a los bomberos forestales en situaciones donde el fuego afecta a áreas de rastrojos y bosques bajos. Esta edición marca el inicio de cinco programadas para este año en Castilla-La Mancha. Las siguientes se llevarán a cabo en marzo en Cuenca y Albacete, en abril en Guadalajara y en mayo en Ciudad Real, con el objetivo de formar a un total de 100 alumnos en 2024.
Los participantes en este curso se beneficiaron de una formación detallada sobre técnicas y procedimientos de extinción de incendios en vegetación, adaptados a diferentes tipos de terrenos y materiales combustibles. La capacitación adquirida les permite brindar apoyo efectivo a los servicios de extinción y afrontar incendios forestales con mayor eficacia.
Formación en RCP
Por otro lado, el segundo curso ofreció formación teórica y práctica en RCP y el uso de DEA, dirigido a voluntarios de Protección Civil, bomberos, agentes de policía y personal del Ministerio de Defensa de las provincias de Toledo y Ciudad Real. Los participantes recibieron instrucción sobre el papel del primer interviniente en la cadena de supervivencia, técnicas de RCP básica y el manejo adecuado de DEA. La parte práctica del curso permitió a los alumnos profundizar en el reconocimiento de paradas cardiorrespiratorias y practicar el manejo del DEA en situaciones de emergencia.
Los cursos, además de proporcionar conocimientos esenciales, refuerzan la colaboración entre diferentes entidades y promueven una respuesta más efectiva ante emergencias en la región.