Lula siente que Venezuela está «cansada» y «quiere encontrar una solución»

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. EFE/EPA/OLIVIER MATTHYS

Bruselas, 19 jul (EFE).- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó este miércoles que el Gobierno y la oposición en Venezuela están «cansados» de «pelear» y quieren «encontrar una solución» que pasa por pactar las condiciones y la fecha de las elecciones y a partir de ahí que caigan las sanciones «absurdas» de Estados Unidos.

«Siento que después de tanto tiempo de pelear todos están cansados. Todos. Siento que Venezuela está cansada. La gente quiere encontrar una solución», aseguró Lula en una rueda de prensa en Bruselas para valorar los resultados de la cumbre entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) celebrada el lunes y martes en la capital belga.

Lula y los presidentes de Argentina, Alfonso Fernández; Colombia, Gustavo Petro; y Francia, Emmanuel Macron; así como el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, mantuvieron una reunión el primer día de la cumbre con la vicepresidenta del Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, Delcy Rodríguez, y con el jefe negociador de la Plataforma Unitaria de la oposición venezolana, Gerardo Blyde.

Tras esa cita, la conclusión a la que llegaron es que «la situación en Venezuela se resolverá cuando los partidos y el Gobierno pacten la fecha electoral y las reglas para esa cita con las urnas», dijo Lula, quien aún no se había pronunciado sobre este encuentro.

Y una vez lo consigan, el siguiente paso sería alcanzar «el compromiso de que empiecen a caer los castigos impuestos por Estados Unidos, sanciones absurdas en las que Venezuela ya no puede hacer frente a su dinero que está en los bancos de otros países», añadió.

«Si están de acuerdo con las reglas y la fecha de las elecciones, creo que tenemos la autoridad moral para pedir el fin de las sanciones. Es eso», recalcó el presidente brasileño.

Según Lula, toda «la gente que estuvo allí se fue contenta con el resultado de la reunión».

«Me gustó la reunión. No esperaba resultado. Esperaba que la gente entendiera que la solución a los problemas de Venezuela es asunto del pueblo venezolano», dijo, y ayudó además que no hubiese «ningún problema importante que pudiera traer nerviosismo» a la cita, señaló.

Un cúmulo de circunstancias que le llevaron a concluir que el Gobierno y la oposición en Venezuela están próximos a conseguir un acuerdo.

«Porque luchas un mes, dos meses, tres meses, dos años, tres años, cuatro años, pero toda la vida…. Así que creo que estamos llegando allí», aseveró.

En sus conclusiones de la cumbre, la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe alentaron al Gobierno y a la oposición de Venezuela a entablar un diálogo «constructivo» que facilite un acuerdo entre ambas partes de cara a las elecciones de 2024.

«Alentamos un diálogo constructivo entre las partes en las negociaciones dirigidas por Venezuela en Ciudad de México», escribieron los 27 países de la UE y todos los de la Celac, menos Nicaragua, que se desmarcó de las conclusiones finales de la cumbre, que se celebró el lunes y el martes en Bruselas.

Nicaragua no suscribió la declaración final de la cumbre por discrepancias sobre la inclusión de un punto en la misma en la que los dos bloques expresan su «profunda preocupación» sobre «la guerra contra Ucrania».

Pese a esta nota disonante de la cumbre, «el relanzamiento de las relaciones entre la UE y la Celac representa una oportunidad para trabajar juntos en la resolución de la situación venezolana», destacaron, por su parte, en un comunicado conjunto este martes los presidentes Fernández, Petro, Lula da Silva, Macron, así como el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores.

Los jefes de Estado y Borrell hicieron un llamamiento a favor de negociaciones políticas que conduzcan a la organización de elecciones justas, transparentes e inclusivas para todos, y que permitan la participación de todos aquellos que lo deseen de conformidad con la ley y los tratados internacionales vigentes, con apoyo internacional.

Este proceso, añadieron, debe ir acompañado de «un levantamiento de las sanciones de todo tipo, con vistas a su completa abolición».