Madrid, 14 feb (EFE).- El ex ministro de Consumo Alberto Garzón ha renunciado este miércoles a incorporarse a la consultora Acento ante el «revuelo» y la «incomprensión» generada «en el ecosistema de izquierdas» y para evitar hacer daño al espacio en el que, asegura, tanto tiempo ha trabajado, citando a IU, Unidas Podemos y Sumar.
Garzón ha hecho pública esta decisión a través de su cuenta en X, antes Twitter, un día después de que trascendiera su fichaje como director de Prospectiva Geopolítica de la consultora Acento, que puso en marcha el ex ministro socialista José Blanco.
«Tras la incomprensión suscitada en el espacio político, y con la intención expresa de no dañar a las organizaciones a las que tanto tiempo y energía he dedicado de mi vida, anuncio mi renuncia a incorporarme como tenía previsto», ha escrito en la citada red social.
Añade Garzón que no desea que esa decisión personal perjudique a sus compañeros de militancia «en su necesaria misión de lograr el mejor resultado posible en las futuras convocatorias electorales».
«Siempre he antepuesto el interés colectivo sobre el interés personal, y considero que debe seguir siendo así», añade.
Dicho esto, el ex ministro pide a la izquierda que reflexione sobre cómo trata a los hombres y mujeres que dedican su tiempo, su energía y su vida (…) a los proyectos colectivos», a la vez que se refiere a la política como una «trituradora de personas».
Recuerda que tras 12 de años «de mucho estrés, ansiedad y de falta de tiempo para estar con su familia y amigos», anunció que se dedicaría profesionalmente a «contribuir en la lucha por un mundo ecosocialista desde diversos espacios».
Ello incluía la escritura de libros, la publicación de artículos, la celebración de conferencias, la presentación de su tesis, dar algunas clases en la universidad y, entre otras cosas más, la asesoría profesional en materias de las que considera que tiene conocimientos suficientes, explica.
En este sentido, señala que varias consultoras le hicieron llegar ofertas y que la de Acento «encajaba muy bien con ese propósito», entre otras cosas porque «podría asesorar a entidades de la sociedad civil en materias como la ecología, la economía, los retos del futuro y el análisis político y legislativo».
«Esas iban a ser mis tareas en la consulta, cuyo CEO y su equipo se han portado magníficamente bien conmigo y para quienes esta situación es particularmente injusta», concluye.
Para poder hacerse cargo de esta nueva tarea, Garzón tenía que contar con la autorización de la Oficina de Conflictos de Intereses, una autorización que solicitó el lunes, aunque tras las críticas ha decidido renunciar.
Tras hacerse pública la noticia, la consultora Acento ha asegurado en X que el fichaje de Garzón respondía «a su apuesta por el talento, la experiencia, el conocimiento y máxima representatividad».
«Respetamos su decisión y seguimos apostando por la maduración de nuestro sector, en el marco de nuestro sistema político», ha agregado la consultora.
Garzón fue ministro de Consumo en el primer gobierno de coalición de Pedro Sánchez con Unidas Podemos y fue apartándose de la primera línea política al no ser candidato a las elecciones del 23 de julio y anunciar en noviembre que dejaba de ser coordinador federal de IU, aunque no se despidió formalmente hasta el pasado 1 de diciembre.