Los Ángeles (EE.UU.), 31 oct (EFE).- Con una población de más de cinco millones, la comunidad india residente en EE.UU. se ha decantado históricamente por los demócratas. Ahora, con Kamala Harris en la carrera por la presidencia, sucumbe al orgullo de elevar sus raíces a la Casa Blanca.
La llegada de Harris en julio a la contienda por la presidencia agitó una comunidad entusiasmada por ver a una candidata de ascendencia india ocupar el cargo más alto del país por primera en su historia, como ya ocurrió en 2022 cuando el británico Rishi Sunak, también de raíces indias, fue nombrado primer ministro del Reino Unido.
El apoyo de la comunidad india se ve reflejado en los datos: el 61 % de los votantes indios estadounidenses registrados planean votar por la demócrata, mientras que el 32 % se decantará por el expresidente y candidato republicano Donald Trump (2017-2021), según una encuesta del Fondo Carnegie para la Paz Internacional.
Aunque hay un modesto repunte en favor de Trump, la investigación refuerza que «los indios estadounidenses siguen favoreciendo firmemente al Partido Demócrata» y apunta a que esta tendencia parece estar impulsada por hombres jóvenes indios nacidos en Estados Unidos.
La Oficina del Censo calcula que aproximadamente el 46 % de todos los indios estadounidenses (unos 2,2 millones) eran elegibles para votar en 2022, si bien esa proporción «es ligeramente inferior a la de otros grandes grupos de origen asiático del país», recoge por su parte un sondeo del centro Pew Research realizado en 2022.
«Existe la sensación de que la elección de Harris como vicepresidenta y ahora como candidata es un momento simbólico muy importante en la historia de los indios en EE.UU.», dice a EFE Shikaripur N. Sridhar, profesor en Estudios Asiáticos y Asiático-americanos en la Universidad Stony Brook de Nueva York.
Educación, dinero y mucha nostalgia de la India
Los indios estadounidenses representan el 20 % de la población asiático-americana del país y su voto puede ser crucial en dos estados bisagra: Georgia y Carolina del Norte, donde hay registrados más de 150.000 y 110.000 votantes a través de la ONG Asian and Pacific Islander American Vote (APIAVote).
Pero este perfil de votante no es uno cualquiera en unas elecciones: los indios pertenecen a un extracto de la sociedad «con un nivel educativo extremadamente alto y también en términos de ingresos están en el nivel más alto». Son, de hecho, el grupo inmigrante con la economía más elevada de todos, precisa Sridhar.
La encuesta del Pew Research precisó que el ingreso medio de los hogares indio-estadounidenses se ubica en los 145.000 dólares, una cifra «mayor que el ingreso medio de los hogares asiático-estadounidenses en general».
Al formar parte de un grupo adinerado, «les preocupan los impuestos», por lo que parte de la diáspora india define sus preferencias de voto en base a los candidatos que les ahorren tasas, añade.
Y el perfil de los hijos de aquellos indios que se instalaron en EE.UU. el siglo pasado y nacieron en el país es todavía más interesante, ya que sus padres «se toman muchas molestias y hacen muchos sacrificios para enviar a sus hijos a las mejores escuelas de este país», agrega el experto.
Otro elemento que la primera generación de indios migrantes ha transmitido a sus descendientes es la nostalgia por la cultura india.
Se presume que dos tercios de los indios estadounidenses se identifican o como hindúes o con otra religión pero con un vínculo estrecho con el hinduismo por sus antecedentes familiares o culturales, según Pew Research.
Cuando migran a EE.UU. descubren que «hay muchas cosas de las que enorgullecerse en la cultura india y que no todo en Occidente es maravilloso. No todo en la India es algo de lo que avergonzarse», dice el experto, que lleva más de 50 años viviendo en el país norteamericano.
Para la diáspora india sería «un momento simbólico muy importante en la historia de los indios en Estados Unidos» si Harris resulta victoriosa y cerraría un ciclo que honraría a toda una generación que migró a finales de la década de 1960 de la India en busca de una vida mejor, sentencia Sridhar.
Mikaela Viqueira