
Oviedo, 7 abr (EFE).- Veinte años después de que el cantante Alberto García y su primo y percusionista Dámaso García pusieran en marcha un proyecto musical ecléctico, pero basado siempre en melodías elaboradas y letras cuidadas, el ahora quinteto ‘Alberto & García’ publica «La herida», un intento de mantener la coherencia sin renunciar a «hacer el indio».
«Vamos a tener que hacer el indio por una cuestión de seriedad», reza «Tribu», una de las doce canciones del nuevo disco, recuerda en tono irónico el cantante, guitarrista y teclista de una banda muy familiar -hasta tres Garcías forman parte de su alineación- que se resiste a definir como un trabajo de madurez su cuarto disco de larga duración.
Tras salir de la pandemia con un directo grabado en el Teatro Campoamor, «Flores en el Campoamor», Alberto & García regresan «con la ilusión más que intacta» y convencidos de haber alcanzado ya un mayor aprendizaje del oficio de músico, «con todos los defectos que tiene, pero conociéndole ya las costuras», afirma su cantante en una entrevista con EFE.
«Hay más gente viviendo de la música que músicos viviendo de la música», afirma convencido de que esa ‘familia García’ que se ha ido ampliando con los años tiene muchas ganas de demostrar que han seguido aprendiendo y se sienten capaces «de traducir cada vez mejor lo que tienes en la cabeza».
Aunque «a veces la madurez es hacer el punki o el idiota», apunta, la banda trata de mantener una coherencia definida por una permanente mezcla de estilos que van de un pop-rock heredero de Nacha Pop o Radio Futura, a la electrónica y su mirada permanente hacía la música latinoamericana tradicional más allá del trap, el reguetón o la música urbana.
Para editar un trabajo en el que aspiran que el formato protagonista sea el vinilo -«que el disco sea un objeto de valor para la gente es algo que nos pone contentos»- recurrieron de nuevo a su ya habitual productor Toni Brunet y ha sumado colaboraciones como las de Depedro en ‘Por el camino’ y del percusionista Sebas Merlín en varios temas.
«Queremos probar de ciertos palos de músicas que tenemos interiorizadas», afirma Alberto García que defiende que apostar por estilos como una cumbia con el tempo rebajado -«genera ese efecto de ir arrastrao»- representa un trabajo o un esfuerzo por hacer una escucha musical previa «que puedes intuir o no, pero no es algo evidente».
Con «La Herida» (Boomerang Discos) a la venta desde el pasado 24 de marzo, el grupo arranca ahora, convencido de que «los ‘carraos’ de dinero que nos vengan serán bien merecidos» ironiza su cantante, iniciará ahora una gira de presentación que arrancará el próximo 19 de abril en la Sala El Sol de Madrid.