Madrid, 21 nov (EFE).-BioCultura Madrid, que cumple 40 años en la edición que hoy comienza en Ifema, «ha sido en gran parte motor de arranque del sector de la producción ecológica en España» y «ha influido muchísimo en un cambio de mentalidad de los ciudadanos», explica en entrevista a Efe su directora, Ángeles Parra.
Presidenta también de la Asociación Vida Sana, creadora de la feria más importante de consumo responsable, Parra recuerda que BioCultura nació gracias al apoyo del entonces alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván: «éramos cuatro jóvenes locos, inquietos e inconformistas» que «nos inventamos este nombre que cada vez lo veo más apropiado, porque es la cultura de la vida».
El Ayuntamiento madrileño cedió el pabellón de Agricultura de la Casa de Campo y «ahí empezamos con la regeneración que deseábamos» en un proyecto que, «40 años después, ha tenido un recorrido impresionante» que «ha ido a la par» con el desarrollo de la producción ecológica en España «y continúa siendo el evento de referencia».
La feria no se limita a los alimentos ecológicos sino que abarca diferentes sectores: desde su primera edición, cuando acogió 40 expositores y 15.000 visitantes, «algo que nos sorprendió muchísimo porque pensábamos que estábamos solos», hasta los 400 expositores de hoy con un aforo previo estimado de más de 50.000 personas.
La edición de 2024
BioCultura, afirma Parra, expondrá «muchísimas novedades» y «no sólo en alimentación, sino en moda sostenible, higiene y cosméticos ecológicos, bioconstrucción, energías renovables, banca ética…» porque cambiar los hábitos de consumo no sólo «es lo que comemos, sino todo aquello que utilizamos en nuestra vida diaria, tanto personal como profesional».
También organizará 316 actividades paralelas, entre las cuales ha destacado una jornada sobre nutrición y salud, otra sobre el sueño y el insomnio y un primer festival de yoga para el cual «tenemos ya 800 personas inscritas».
El sector de la producción ecológica es «super innovador» y crea tendencia y un ejemplo es que «hasta hace dos años, nadie sabía lo quera la kombucha, por ejemplo, y ahora todo el mundo lo sabe, la consume o no pero la conoce y está en los lineales de todos los supermercados».
Momentos complicados
BioCultura ha cosechado grandes éxitos pero también ha afrontado momentos complicados, entre los cuales Parra destaca «los más difíciles, al inicio de todo, cuando no se reconocía la agricultura ecológica», lo que se resolvió a raíz de que la UE creara el reglamento de producción ecológica.
Otras circunstancias difíciles, sin embargo, han sido positivas para el sector de la producción ecológica, porque muchos ciudadanos empezaron a buscar productos orgánicos.
Sucedió «con escándalos alimentarios como el de las vacas locas o las dioxinas en los pollos», que representaron «un empujón para la industria ecológica» y también con la pandemia de 2020, que «nos afectó como a toda la sociedad mundial», aunque «celebramos una BioCultura virtual, así que no estuvimos desaparecidos en el momento del confinamiento».
Europa
«Somos la despensa de Europa, pero nos falta alcanzar los niveles de consumo (nacionales) que sí tienen nuestros países vecinos», ha señalado, por lo que se felicita de que «desde Europa se hayan puesto deberes a los países miembros», entre los cuales figura que para 2025 el 30 % de la producción debe ser ecológica «y esto en España lo vamos a conseguir: de hecho algunas CCAA como Andalucía ya están por encima de esa cifra».
De todas formas, en la UE «se habla mucho y se ejecuta poco» y se precisa «una estrategia, una hoja de ruta concreta» para la cual «la Asociación Vida Sana y otras entidades hemos transmitido al ministro de Agricultura una serie de inquietudes que pensamos deberían formar parte de ella».
Un ejemplo de lo que solicita el sector de la producción ecológica es «que haya un IVA más reducido» para que «se reconozca de una vez que el que no contamina no tiene por qué pagar», porque «sabemos que el que contamina está recibiendo ayudas igual que el que no contamina».
Este tipo de políticas «tienen que resolverse de forma urgente porque además cada vez es más necesario» pensando en el cambio climático, que «ya ha llegado a nuestra puerta: no estamos hablando de que en otros lugares del mundo están ocurriendo cosas, sino que ya están ocurriendo aquí».
El futuro
En España «tenemos tres millones de hectáreas en ecológico, según cifras de 2023, aunque creo que este año las superamos e incluso vamos a obtener de nuevo el primer puesto de superficie agraria útil de producción ecológica de la Unión Europea», en competencia directa con Francia.
Pese al incremento de los últimos años, esta cifra «es evidentemente insuficiente porque nosotros consideramos que toda la agricultura debería convertirse a ecológica» ya que «no puede ser que en un momento como el actual todavía se estén utilizando tantos insumos, fitosanitarios, químicos sintéticos, que científicamente se reconoce son perjudiciales para el medioambiente y para nuestra salud».
De ahí la importancia de la educación infantil que en BioCultura lidera el festival Mama Terra, pues «necesitamos que nuestros críos crezcan con estos conceptos de sostenibilidad» porque «van a ser los empresarios del futuro, los políticos del futuro» y deben aprender que «una lechuga no viene del supermercado, sino de la tierra».