Lima, 31 oct (EFE).- La presidenta de Perú, Dina Boluarte, comenzará este miércoles su cuarto viaje al extranjero para asistir a la Cumbre de Líderes de la Asociación de las Américas para la Prosperidad Económica (APEP), en una visita a EE.UU. que ha sido cuestionada por la oposición y defendida por el Ejecutivo como parte de la estrategia para fortalecer la proyección internacional.
Boluarte fue autorizada para viajar del 1 al 4 de noviembre por el pleno del Congreso, a pesar de las críticas que señalan que debería atender urgencias en el país como las tareas de prevención para afrontar el fenómeno climático de El Niño, la recesión de la economía nacional y la lucha contra el crimen organizado, una de las principales exigencias ciudadanas.
Este será el cuarto viaje que hará la gobernante desde que asumió la jefatura del Estado el pasado 7 de diciembre, luego de que Pedro Castillo, de quien era vicepresidenta, fuera destituido por el Congreso tras intentar dar un autogolpe de Estado.
Al no contar con vicepresidentes, el Congreso aprobó en junio pasado una ley que le permite salir del país y mantenerse a cargo del despacho presidencial mediante medios virtuales, una opción que ha sido criticada por un sector de la oposición política, que considera que vulnera la Constitución.
Boluarte viajó por primera vez en agosto pasado para asistir en Brasil a la Cumbre Amazónica, tras lo cual fue en septiembre a Estados Unidos para participar en la Asamblea General de las Naciones Unidas, mientras que a inicios de octubre visitó Alemania e Italia, y se reunió con el papa Francisco.
Las criticas de la oposición
Los opositores a la mandataria aseguran que estos viajes no han reportado ningún beneficio para el país, aunque el Ejecutivo insiste en que fortalecen la política exterior y la imagen de Perú a nivel internacional.
Este lunes, el fujimorista Fernando Rospigliosi, uno de los legisladores que se oponían a la nueva autorización de viaje, criticó una presunta «frivolidad» de la mandataria y dijo que «las relaciones de Perú con Estados Unidos son muy importantes, pero más importantes son sus reacciones acá».
«Que reflexione y empiece a gobernar», acotó.
En las redes sociales, figuras como el expresidente Martín Vizcarra (2018-2020) se sumaron a estas críticas e incluso calificaron a Boluarte de «presidenta viajera».
«Una vez más, quiere dejar el país, no le importa la inseguridad ciudadana, la crisis económica, ni la proximidad del niño global ¿Que dirán hoy sus socios del Congreso?», expresó Vizcarra poco antes de la votación de la autorización para viajar.
La posición del Gobierno peruano
En respuesta, el primer ministro, Alberto Otárola, aseguró este martes que este viaje le permitirá a Boluarte reunirse con Biden y conversar sobre temas importantes como la lucha contra el narcotráfico y el crimen trasnacional.
Otárola ya defendió el lunes la «excepcionalidad» del viaje a EE.UU., cuando remarcó que se trata de una «invitación personal» del gobernante estadounidense.
Precisamente, luego de que se aprobara su solicitud para viajar, Boluarte reiteró que tendrá una reunión bilateral con Biden y afirmó que, cada vez que viaja al exterior, «no se va de paseo», sino «a trabajar arduamente».
Aunque la Presidencia peruana aún no ha confirmado la agenda del viaje, en el documento enviado por el Ejecutivo al Congreso se informó que Boluarte acudirá a las reuniones de líderes de la APEP previstas para el 3 de noviembre en el Departamento del Tesoro y en la Casa Blanca.
El 2 de noviembre, participará en el segmento inaugural del «Foro de inversión responsable APEP-BID (Banco Interamericano de Desarrollo)» y acudirá, junto a otros líderes de la APEP, a una recepción en el Congreso de Estados Unidos, así como a una cena de bienvenida de líderes de la APEP en el estado de Maryland, organizada por el Atlantic Council.