Santiago de Chile, 31 oct (EFE).- El presidente de Chile, Gabriel Boric, aseguró este martes que se cometieron errores durante el segundo intento por redactar una nueva Constitución y que la propuesta constitucional que se plebiscitará en diciembre, elaborada por un órgano de mayoría conservadora, no es «de consenso».
«Por supuesto tengo preocupación porque veo que se cometieron errores que también se cometieron en el proceso anterior», indicó el mandatario durante una rueda de prensa desde el sur del país.
«No hubo una propuesta ni de cerca de ser de consenso. Finalmente se impuso la mayoría circunstancial que hubo en el Consejo Constitucional, tal como la vez anterior se impuso esa mayoría circunstancial», añadió Boric.
El Consejo Constitucional, donde la derecha y la ultraderecha tenían mayoría, con 33 de los 50 escaños, aprobó este lunes su propuesta de nueva Constitución, que incluye artículos polémicos sobre derechos reproductivos y migración.
El texto contó con los votos a favor del ultraderechista Partido Republicano (22) y la coalición de derecha Chile Vamos (11) y los votos en contra de los 17 consejeros de la izquierda oficialista.
La derecha defiende que el documento es mejor que la Carta Magna actual, vigente desde la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), porque «recoge» las preocupaciones ciudadanas actuales, como la seguridad o la migración, y asegura que su aprobación pondrá fin a los cuatro años de incertidumbre institucional que provocó el estallido social de 2019.
La izquierda, en cambio, califica la propuesta de «dogmática» y «partidista» y denuncia que perpetúa el modelo neoliberal que instaló el régimen y supone «retrocesos» en derechos.
Se trata del segundo proceso constitucional que vive Chile, tras el que concluyó en septiembre de 2022 con un contundente rechazo del electorado a un proyecto escrito por una convención izquierdista que proponía una transformación radical de la institucionalidad chilena.
«Lo que hemos aprendido como sociedad es que justamente las mayorías tienen que ser de largo plazo, no pueden ser solamente circunstanciales, sino que tenemos que pensar más a largo plazo y, desgraciadamente, eso no fue tomado en cuenta», apuntó Boric.
La nueva propuesta se someterá a plebiscito el próximo 17 de diciembre y, según todas las encuestas, tiene altas probabilidades de ser rechazada también por la ciudadanía.
Entre los artículos más polémicos destacan «el derecho a la vida de quien está por nacer» -una norma que el oficialismo teme que colisione con la aplicación de la ley que permite el aborto en tres causales-, la expulsión inmediata de los migrantes que ingresen por pasos no habilitados o la exención tributaria de la primera vivienda, que beneficia a las personas de mayores ingresos.
La izquierda tampoco está conforme con cómo ha quedado el Estado social de derecho, una de sus aspiraciones históricas, y denuncia que hay artículos que perpetúan el actual Estado subsidiario.
La oposición anticipó que votará a favor mientras el oficialismo espera tomar una decisión conjunta en los próximos días, aunque varios de sus dirigentes han expresado críticas al proyecto.
El Gobierno, partidario de cambiar la actual Constitución, ha dicho que no hará campaña a favor de ninguna opción, a diferencia del primer proceso, cuando se posicionó a favor de la propuesta progresista.
«Que no les quepa duda que nosotros vamos a tratar de hacer todos los esfuerzos para que el proceso cumpla con el objetivo de que el pueblo se pronuncie de manera informada», indicó Boric.