Bruselas, 2 feb (EFE).- El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Seguridad, Josep Borrell, subrayó este viernes en un foro ministerial con los países de la región indo-pacífica la necesidad de salvaguardar la navegación por el mar Rojo, ruta fundamental para el comercio con Asia que se ve amenazada por los ataques de los rebeldes hutíes de Yemen.
«Es un verdadero problema para nuestro modelo de negocio, la seguridad del suministro y la libertad de navegación», recalcó, consideró que va incluso más allá de las pérdidas económicas y afecta a la paz y la estabilidad y recordó que la UE está a punto de aprobar su misión naval en el mar Rojo para escoltar a las navieras.
Una misión que los ministros de Exteriores de la UE prevén aprobar el próximo 19 de febrero, bajo el nombre e Aspides (‘escudo’ en griego), que tendrá una función puramente defensiva.
Ante un foro que representa a más de 70 delegaciones, Borrell dejó claro que ambas regiones tienen un «interés claro en trabajar juntos» para salvaguardar las cadenas de suministro y afrontar el cambio climático y la transición verde, así como un orden internacional basado en reglas.
Aunque calificó Oriente Medio como el punto más peligroso actualmente, que “ensombrece la estabilidad y la prosperidad mundiales” y “es una cicatriz abierta en la piel de la Tierra”, aludió también a otras crisis como el terrorismo, la inestabilidad política, el cibercrimen, los desastres naturales o la guerra de Rusia en Ucrania, cuyas consecuencias se sienten más allá de Europa, dijo.
En la misma línea, la ministra de Exteriores belga, Hadja Lahbib, cuyo país preside este semestre el Consejo de la UE, abogó por que la región del Indo-Pacífico, que es «el epicentro del comercio marítimo mundial, se convierta en un espacio libre y abierto» frente a la amenaza que suponen la piratería y el terrorismo.
También el primer ministro de Fiji, Sitiveni Rabuka, dijo que la región quiere «estar libre de militarización y conflictos», mientras que la ministra de Exteriores de Indonesia, Retno Marsudi, deseó que el Indo-Pacífico «no se convierta en otro teatro de rivalidad».
Y en este contexto, Marsudi, señaló que la UE y los países de la región del Indo-Pacífico, «como firmes defensores del derecho internacional», deben «escuchar a su corazón y hacer lo correcto para poner fin a las atrocidades en Gaza».
«La consistencia entre los valores y las acciones reflejan la sinceridad de nuestra base moral», afirmó la ministra indonesia, a lo que Borrell aseguró que la UE «sin duda se hará cargo estos trágicos acontecimientos» en la Franja.
Por otra parte, el primer ministro de Laos pidió a la UE que contribuya a «mitigar cualquier impacto negativo» de las políticas medioambientales, reconociendo las distintas capacidades que tienen los los países desarrollados y en vías de desarrollo para combatir el cambio climático, como las pequeñas islas del Pacífico.